Tercer Milenio

En colaboración con ITA

La investigación: novia de todos, apuesta de nadie

Los investigadores aragoneses esperan un gran acuerdo que les dote de financiación estable.

Ponga las siglas I+D+i en su programa electoral. Acompáñelo de la promesa sobre una inversión a largo plazo y hable de la transferencia de conocimiento como motor económico. Logrará un programa redondo y, además, incontestable. Ahora bien, la investigación es la eterna pretendida en las agendas de los postulantes a gobernar pero, cuando toca hacer los deberes, pocos se casan con ella. Tras cuatro años de recortes y planes más o menos torticeros para encontrar financiación a la Ciencia aragonesa, el sector lanza un SOS: las plantillas envejecen, no hay relevo generacional garantizado y décadas de prestigio internacional amenazan con deslucirse.


Estos cuatro años han tenido luces y sombras. Las subvenciones de los gobiernos autonómicos y nacionales se han reducido a la mínima expresión y los fondos europeos han supuesto un salvavidas exigente, pero al que los equipos aragoneses han habido agarrarse. No todo se ha hecho mal: el Instituto de Investigación Sanitaria (IIS) de Aragón acaba de ganar una acreditación que le permitirá competir en la elite nacional por los programas del Instituto Carlos III. Por contra, el programa de captación de talento (Araid), está en vía muerta. El próximo gobierno tendrá que decidir si apuesta por él o lo abandona a su suerte.


Los investigadores exigen un acuerdo marco que supere todas las legislaturas y que blinde la financiación y las líneas estratégicas a desarrollar. Además, urgen un aumento al gasto en investigación y desarrollo. Ahora, el 1% de todo el gasto de Aragón, respecto al Producto Interior Bruto, se dirige a I+D. Como mínimo, debería ser el 1,3% (Alemania, Dinamarca o Finlandia destinan un 3% o más).


Otra necesidad es un ‘plan renove’ para rejuvenecer las plantillas y afianzarlas; y todos apuestan por seguir en una línea que ya da buenos frutos: la colaboración con el sector privado y la transferencia de conocimiento. 


(Más información en la edición impresa de Heraldo de Aragón)