La familia de Giménez Abad necesita saber que su asesinato "no va a quedar impune"

El hijo del que fuera presidente del PP de Aragón participó en La Aljafería en un acto en recuerdo del político asesinado por ETA.

Manuel Giménez Larraz, en el acto en La Aljafería
La familia de Giménez Abad necesita saber que su asesinato "no va a quedar impune"
Efe

La familia de Manuel Giménez Abad, muerto a manos de ETA hace exactamente catorce años, necesita saber que el asesinato "no va a quedar impune", puesto que a pesar del "encomiable" esfuerzo de las fuerzas de seguridad aún no se ha descubierto el nombre de los "pistoleros" que lo perpetraron.


El hijo del que entonces era presidente del PP Aragón, Manuel Giménez Larraz, ha hecho este llamamiento en el transcurso del acto celebrado en el Palacio de La Aljafería, sede de la fundación que lleva el nombre del político aragonés asesinado, y que cada 6 de mayo sirve para honrar y recordar su memoria.


Manuel Giménez Abad fue asesinado en la capital aragonesa por dos miembros de la banda terrorista ETA el 6 de mayo de 2001, cuando paseaba con su hijo Borja en dirección al campo de fútbol de La Romareda para ver un partido del Real Zaragoza.


Desde entonces, cada mayo la Fundación Manuel Giménez Abad, que se creó en las Cortes de Aragón, en las que él era diputado, organiza un acto de recuerdo que llama "Homenaje a la Palabra", en honor a su talante dialogante y a su respeto por el diálogo, ha dicho el presidente del Parlamento aragonés, José Ángel Biel.


Manuel Giménez Larraz ha reconocido que este acto de recuerdo es "reconfortante" para la familia, pero más allá está la "necesidad de justicia", que es "imprescindible" a pesar de que el asesinato sigue sin resolverse catorce años después, lo que provoca que ese "anhelo" de saber "se vaya apagando".


"Como sociedad y como ciudadanos hay cosas que no podemos permitirnos olvidar", ha enfatizado, al tiempo que ha glosado la figura de su padre, un hombre, ha dicho, que entendía la política "como un ejercicio de tolerancia", que apreciaba la discrepancia y que era solidario, a lo que se unía su "profundo amor por Aragón".


Por eso, cuando "los pistoleros de ETA" lo asesinaron "no solo le arrebataron la vida y lo que le quedaba por vivir" y "destrozaron una familia", sino que "quebraron cruelmente la voluntad de los aragoneses" porque el diputado Giménez Abad representaba "la defensa cívica del pilar de la democracia y de lo que los españoles construyeron a partir de 1975".


Por eso, actos como el de este miércoles en memoria de ésta y otras víctimas del terrorismo son tan importantes, para que los terroristas sepan que cuando asesinan a alguien "no aniquilan sus ideas".


Y ha añadido que nunca las ideas políticas deberían "quedar eclipsadas" por lo que es realmente esencial: la vida humana.


En este sentido, ha insistido en la importancia de que todos los grupos políticos, tras el asesinato, se pusieran de acuerdo para crear la fundación que lleva su nombre, algo que hubiera sido "impensable" en otros lugares, como el País Vasco o Navarra, donde las familias deben enfrentarse a situaciones en las que "se alienta a los asesinos".


Por su parte, Biel ha recordado que Giménez Abad siempre "reivindicó el valor de la institución parlamentaria y la autonomía política" y por ello, pagó "el precio más alto".


Ha reconocido que "son malos días para reivindicar la política", con actitudes de algunos que hacen sentir "vergüenza" a quienes desean contribuir al bien común como hizo Giménez Abad.


Y por eso Biel ha dicho que "es tiempo de poner en valor lo público" acometiendo cambios que requieren "audacia e imaginación", pero desde la "templanza y la mesura que aporta la experiencia", valores de los que hoy el que fuera presidente del PP sería un buen ejemplo.


"Nunca deberíamos haber tenido que celebrar este acto, porque el 6 de mayo de 2001 no fue un día cualquiera", ha manifestado Biel, quien ha concluido mostrando su orgullo por que la sociedad aragonesa, a día de hoy, "siga recordando a Manolo y, con él, a todas las víctimas".


Al acto han acudido el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde; el Justicia, Fernando García Vicente; el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, varios consejeros del ejecutivo autonómico y la gran mayoría de los diputados de las Cortes, entre otras autoridades políticas, sociales y militares.