El gastromercado de Puerta Cinegia abrirá en septiembre y prevé crear un centenar de empleos

Más del 70% de la superficie ya se ha comprometido con distintas empresas de hostelería local.
Está previsto que se instalen 14 puestos de oferta inmediata, entre los que habrá fruterías, jamonerías, vinotecas y creperías.

El futuro gastromercado de Puerta Cinegia va tomando forma. Tanta, que tiene la mayor parte de su superficie comprometida y ya anuncia, incluso, una fecha de apertura. Será la primera semana de septiembre y los impulsores de este singular proyecto se dan un mes de rodaje, con la intención de que en las próximas fiestas del Pilar los puestos y restaurantes de Puerta Cinegia Gastronómica –que así se llama el nuevo espacio consagrado al ocio culinario– pueda estar funcionando a pleno rendimiento.


"La idea está teniendo muy buena acogida entre los representantes de la hostelería local. Parece que por fin comienza a notarse cierta recuperación económica en el sector y hay clientes interesados", cuenta José María Ortiz, portavoz de Patrinza, empresa propietaria de Puerta Cinegia.


El nuevo espacio gastronómico se situará en la primera planta del pasaje comercial, en una superficie de más de 2.200 metros cuadrados. Allí está previsto que se instalen tres restaurantes y más de una docena de puestos de oferta gastronómica inmediata, que incluirá barras de zumos y fruta fresca, una crepería, una jamonería... En las recreaciones que se han realizado para comercializar la idea también figuran puestos de hamburguesas, ‘shusi’, quesos y patés o, incluso, carritos con dulces y otras delicatessen. "Habrá barras y mesas en una sala central donde los clientes podrán acudir a degustar los diferentes platos –ellos mismos confeccionarán el menú– y los camareros recogerán las bandejas cuando hayan acabado", explican los promotores.

Apuesta por el producto local

Los precios serán asequibles y la oferta de productos se centrará en las viandas locales, dado que Puerta Cinegia Gastronómica tiene por propósito atraer a los numerosos turistas que pasan por la plaza de España. Así, por ejemplo, se podrán probar los quesos de Radiquero, las cebollas de Fuentes, los caldos del Somontano o el tomate rosa de Barbastro. La "informalidad" y la "inmediatez" son dos de los reclamos con los que se promocionará el mercado, que también apostará por las raciones y las tapas como antesala –incluso física, de hecho– de la zona del Tubo. La intención es que los puestos abran en horario de 8.00 a 1.00, con lo que –contando turnos y relevos– se calcula que el nuevo gastromercado podría crear un centenar de puestos de trabajo.


Estas últimas semanas, los responsables del proyecto han estado en contacto con técnicos del área de Servicios Públicos del Ayuntamiento para ultimar todos los trámites necesarios para la venidera apertura. Ha habido, por ejemplo, que buscar una solución a las chimeneas y parrillas de los locales para que se adaptaran a las normas urbanísticas. De momento, las licencias de instalación y explotación ya están conseguidas, al igual que los permisos, suministro de agua, luz y gas.

Talleres, catas, exhibiciones...

Superados estos procedimientos, complejos y pejigueros en algunos casos, Ortiz asegura que ya hay marcas comprometidas –cuyos nombres no desvela porque falta algún contrato por firmar y porque las propias empresas quieren hacer sus presentaciones– y que apenas quedaría un 30% del espacio por ocupar.


La maquinaria hace meses que se puso en marcha y los ideólogos del proyecto viajaron a conocer mercados ‘gourmet’ como los de Barcelona (La Boquería), Madrid (San Miguel) o Bilbao (El Ensanche). Es este un fenómeno de moda, si bien en el caso de Zaragoza, al no estar sustentado sobre un antiguo mercado de abastos, han preferido elegir para la aventura la etiqueta de ‘gastromercado’.


La filosofía, no obstante, es semejante al de las citadas lonjas y, también se trabaja ya en diversas actividades entre semana como talleres de cocina, catas de vino, el llamado ‘show cooking’ y exposiciones y demostraciones de diversa índole que sirvan de atracción a todo tipo de público. Por ejemplo, "la presentación de la temporada de la trufa podría hacerse en estas instalaciones" y, también, a saber, concursos de ‘cup cakes’, degustaciones de torrijas en Semana Santa o certámenes de recetas estilo ‘Master Chef’.