“El mundo interior no es algo serio. ¡Todo lo contrario!”

La Psicóloga, educadora en interioridad y discípula de la madre Teresa de Calcuta, Carmen Jalón, acaba de publicar ‘Crear cultura de interioridad.

Hace unos años, creó una asociación de interioridad de Zaragoza. ¿Qué es? ¿Como un estudio de decoración?


En el fondo, sí, es una historia de decorar lo mejor posible tu mundo interior.


Y ¿cómo decorar nuestro interior?


Primero, conociéndolo. Y, después, aceptándolo y acogiéndolo. Decir: "Esto es lo que tengo".


Pero si nos analizamos mucho, ¿no corremos el riesgo de ver muchas cosas negativas?


Sí, pero no importa. Se trata de conocernos, fomentar lo positivo y aceptar lo negativo: reconocer cómo soy, tu vulnerabilidad.


¿Cómo nos vemos a nosotros mismos? ¿Con benevolencia?


¡No! El Dalai Lama, cuando empezó a viajar por Occidente, se sorprendió de lo poco que nos queremos. Y un jesuita que escribe sobre la autoestima habla del tirano inquisidor que llevamos dentro y que hace que nos juzguemos, nos exijamos, nos culpabilicemos... Y no solo con nosotros.


De hecho, iba a preguntarle por qué miramos más al resto que a nosotros.


Quizá porque estamos muy vueltos hacia afuera.


O sea, que la vida es hoy más de exteriores que de interiores.


Sí, buscamos las soluciones y la felicidad fuera, centrándonos mucho en tener.


Y para cambiar esto, ¿cómo se radiografía uno a sí mismo?


Viendo cómo estás, cómo te sientes, qué estados emocionales o pensamientos predominan en ti...


Es decir, que se resume mucho en pararse a pensar.


Por supuesto. El autoconocimiento es importantísimo. Ya el Oráculo de Delfos, en la antigüedad clásica, lo decía: conócete a ti mismo.


Pero ¿hay tiempo hoy de sentarse y de pensar?


Igual que no cuestionamos que hay que aprender inglés o informática, esto no deberíamos tampoco. Lo ideal es hacerlo día a día, con pequeñas herramientas. Por ejemplo, viendo cómo reaccionas en un atasco. Autoconocerse también significa conocer todos nuestros recursos. Y eso nos beneficia, a nosotros y a los que nos rodean.


¿Cómo se crea cultura de la interioridad? ¡Que la cultura tiene un IVA del 21%!


Pero esta ¡no tiene ivas! Empezando por uno mismo e ir extendiéndolo allá donde estás.


Usted lleva veinte años cultivando esta especialidad. Se conoce que se conoce bien...


Y no solo por mis estudios, sino también por mi propio itinerario personal. Yo estudié Económicas y Empresariales y luego me fui de misionera con la madre Teresa de Calcuta. Estuve solo dos años, pero la experiencia fue impresionante. Y, a la vuelta, di un giro. Seguía con esa vocación de que la gente fuera feliz. Y me lancé a la búsqueda de cómo serlo. Y retomé los estudios de Psicología.


¿Tenía la madre Teresa mucho mundo interior?


Forzosamente. Y sobre todo una gran vocación no por ayudar, que no es la palabra, sino por acoger, ser compasiva, transmitir todo el amor que ella tenía, especialmente a los más desfavorecidos.


Le pregunto ahora por su padre, Manuel Jalón, inventor de la fregona. ¿También tenía mucho mundo interior?


¡Muchísimo! Unos años antes de morirse, escribió ‘Manual para la otra vida’. Y cuando contaba sus ideas, se emocionaba. Y eso es también el mundo interior, apasionarte por lo que haces. El mundo interior no es algo serio, sino al revés. La interioridad se confunde con el ensimismamiento. ¡Y es todo lo contrario! Cultivarla te lleva a disfrutar de lo más cotidiano.


Hablando de lo cotidiano, le tengo que preguntar por la fregona. Hace unos días salió a subasta la primera. ¿Pujó por ella?


Uno de mis hermanos, que estaba en Tailandia, se enteró y nos lo dijo. Pero decidimos no pujar. Tenemos los prototipos, las patentes, el modelo que se patentó...