Nóbeles por un día

Las olimpiadas escolares buscan la excelencia académica, pero también despiertan vocaciones y sueños profesionales. Con la vista puesta en la Universidad, los alumnos aragoneses se enfrentan a materias desde un punto de vista diferente e innovador.

Matemáticas. Los tres ganadores de la fase aragonesa de la olimpiada matemática: Javier Minguillón (tercer puesto); Marcos Serrano (segundo puesto) y Andrés Ibáñez (primer puesto).
Nóbeles por un día
Asier Alcorta

Los tres ganadores de la fase aragonesa de la olimpiada de Matemáticas posaron sonrientes ante la pizarra para la fotografía que ilustra este reportaje. Y ya no abandonaron el aula hasta que no resolvieron todas las operaciones que había en el encerado. "Un momento, un momento", pedían, porque un matemático no deja problema sin resolver. Ni un filósofo deja de cavilar sobre un dilema, ningún físico se rinde ante un problema..., "cuando te apasiona una disciplina disfrutas resolviendo incluso los exámenes, aunque suene raro. Yo he pasado muy buenos ratos peleando con problemas matemáticos", asegura Marcos Serrano, estudiante del IES Santa María del Pilar de Zaragoza y medalla de plata en las olimpiadas de este año. "Yser uno de los ganadores me ha ayudado a descubrir que tengo que seguir esta pasión, pensaba estudiar Física, pero me matricularé en las dos carreras".


Estos días se conocían los ganadores de las olimpiadas del saber, que organiza la Universidad de Zaragoza para estimular el interés de los estudiantes en disciplinas tan variadas como Matemáticas, Físicas, Geografía, Química, Geología, Filosofía, Economía, Biología... "Se trata de mostrar las asignaturas con una dimensión diferente a la que ofrece el aula, y las olimpiadas son un revulsivo educativo, porque ayudan a pensar. En el caso de la olimpiada de Filosofía, anima a los estudiantes a crear sus propias conclusiones respecto a la actualidad", destaca Miguel Ángel Velasco, coordinador de la competición de Filosofía. Organizadas por las diferentes facultades de la Universidad de Zaragoza, están destinadas a estudiantes de Bachillerato (excepto Filosofía) y no buscan tanto la competencia absoluta, sino el descubrimiento personal del alumno. Han participado este año más de 1200 alumnos de todo Aragón (360 en Matemáticas, 131 en Física, 130 en Geografía, 100 en Química, 88 en Geología, 200 en Filosofía, 130 en Economía y 71 en Biología), sin contar los 1.240 escolares de 2º de la ESO que participaron en su propia olimpiada matemática. Precisamente, la de Matemáticas es la más veterana, con 51 ediciones, y la más reciente es la de Filosofía, que este año celebró su segunda edición con gran éxito: hasta 18 centros participaron, "con tal volumen de trabajos enviados que hubo que hacer una primera selección", destaca Velasco. El tema era ‘Naturaleza y cultura, ¿qué nos hace ser quienes somos?’, con tres categorías: Dilema moral, Ensayo y Fotografía filosófica". Desde Jaca llegó la propuesta para Ensayo de Carlos Allo, de 18 años, y estudiante de 2º de Bachillerato en el IES Domingo Miral, y que analizó la influencia de la cultura en la condición humana. "Reconozco que soy más de números que de letras, me gustan la Física y las Matemáticas, pero la Filosofía me apasiona porque te anima a pensar –señala–. En realidad, todos somos filósofos interiores, analizamos lo que nos rodea y nos establecemos una opinión y si dedicamos el tiempo suficiente podemos sacar una conclusión filosófica. Mientras preparaba el trabajo y hablaba con amigos, compañeros..., me di cuenta de que somos más filósofos de lo que creemos".


Descubrir vocaciones


Son muchos los ganadores que tras descubrirse entre los mejores de Aragón han descubierto su vocación. "Quedarse entre los primeros puestos da confianza para estudiar carreras como Físicas, que impone mucho respeto cuando se está en el instituto", considera Jesús Atencia, coordinador de la olimpiada de Física, que ya ha cumplido más de 26 años en Aragón. "Quizá el secreto de estas pruebas está en que se busca más el ingenio que los conocimientos. Es importante saberse el temario, claro está, pero los problemas ponen a prueba al alumno, y a veces se dan sorpresas", añade Alberto Elduque, coordinador de la de Matemáticas. Sorpresas, como la que se llevó este año Samuel Fenoll, estudiante de 2º de Bachillerato del IES Virgen del Pilar de Zaragoza, que obtuvo el segundo premio en Geografía, "y eso que en el instituto casi nunca paso del cinco. Ni mi profesor se creía que hubiese quedado en tan buen lugar. No estudié más que el resto, ni me preparé más a fondo. Simplemente, me gusta la Geografía". Y aunque elegirá una carrera relacionada con el mundo de los negocios reconoce que se quedará con las ganas de estudiar la carrera, "porque he descubierto que la Geografía es mucho más que mapas, que trata sobre temas muy diversos, algunos muy relacionados con la Economía".


En opinión de Jesús Atencia, de Matemáticas, "no es fácil dar determinadas asignaturas en Segundaria, porque muchos alumnos no lo comprenden mientras otros se aburren y los hay que trabajan aun mismo diferente. Las olimpiadas permiten abrir puertas a otro tipo de aprendizaje". Eso le sucede a Andrés Ibáñez, que quedó segundo en Matemáticas el año pasado y en primer lugar esta última edición y que confiesa que la asignatura le resulta aburrida en clase. "Son muchos ejercicios por hacer, muchas operaciones... Lo bonito son los problemas, porque suponen un reto, y te dan una enorme satisfacción personal cuando los resuelves. El año pasado no logré resolver uno de los que incluía la prueba y estuve hasta cinco meses buscando la solución. Y la encontré".


Para Javier Minguillón, que quedó en tercer puesto en esta materia, la aventura comenzó mucho antes, el pasado diciembre, cuando descubrió el Taller de Talento Matemático de la Universidad, abierto a todos los alumnos de Aragón. Minguillón estudia 1º de Bachillerato en el IES Segundo de Chomón de Teruel, "pero acudo a Zaragoza todos los viernes para asistir al Taller. Las Matemáticas son mi asignatura favorita, y se lo debo en parte a mi profesor, José Herrero, que es muy bueno dando clase. Confieso que pensaba estudiar Medicina, pero ahora me lo estoy replanteando y creo que me voy a decantar por las Matemáticas, porque estoy disfrutando mucho este curso".


Descubrir materias


Estas olimpiadas no solo buscan la excelencia, también sirven para dar a conocer materias que pasan desapercibidas en muchos tramos escolares. Es el caso de Geografía, la armonizadora de la prueba Mª Teresa Echevarría Arnedo señala que "son muchos los escolares que reciben todavía una materia puramente descriptiva, tal y como se enseñaba hace 40 años. Eso hace la asignatura odiosa y la convierte en una simple memorización de ríos, capitales, montañas..., cuando el objetivo es analizar el territorio, diagnosticar problemas y aplicar soluciones. Así que optamos hace unos años por crear una comisión mixta entre el Departamento de Geografía de la Universidad de Zaragoza y colegios e instituos aragoneses, para modificar esa percepción. Y se decidió entonces crear la olimpiada". Ya se han cumplido cinco ediciones, y el esfuerzo de Echevarría y su equipo ha dado buenos frutos:el próximo curso se estrenará una optativa en 1º de Bachillerato de Análisis Geográfico. "Se ha detectado también un aumento de los alumnos que se matriculan en nuestras materias en la Universidad, hemos pasado de 25 a superar los 50".


También la Filosofía ha experimentado un cambio en los últimos años. Paula Jiménez, ganadora del premio Dilema Moral de la olimpiada, tiene 16 años y estudia 4º de la ESOen el IES Avempace de Zaragoza. Su primer contacto con la Filosofía se produjo en la extinta Educación para la Ciudadanía "se daban unas bases filosóficas diferentes, nos hacían pensar. Este año he afrontado la Filosofía con ilusión". Al igual que Rubén Molledo, que logró el segundo premio en Fotografía Filosófica y disfruta de la asignatura "gracias a la labor de los profesores. La hacen interesante".