La limpieza pide una subida tras años en mínimos

Un incremento del 0,75% este año y del 1,5% los dos siguientes es el que pide la plataforma sindical del convenio de limpieza de edificios y locales de la provincia de Zaragoza. Según las centrales, después de tres años de congelación, toca ya subir salarios. La patronal plantea cero subida en 2015 y 2016 y un 0,5% en 2017.

Consuelo Pastor flanqueada por otras compañeras Pilar Navarro (izqda) y Carmen Izaguirre (dcha) en UGT.
La limpieza pide una subida tras años en mínimos
O. Duch

Ocupado mayoritariamente por mujeres, el sector de la limpieza de edificios y locales, que emplea a entre 8.000 y 10.000 personas en la provincia de Zaragoza, es uno de los peor pagados y que más pérdida de poder adquisitivo han tenido en los últimos años. Aunque la mayoría de la empresas del sector han reducido su facturación porque les han rebajado los precios de contratación, siguen en beneficios, según los sindicatos, al haber repercutido dicho ajuste a la plantilla al reducirles jornada y también salario. Esteban Lauroba, secretario de Acción Sindical de la FES (Federación de Servicios) de UGT-Aragón, denuncia el empobrecimiento que sufren estas trabajadoras. "El sueldo de referencia con el convenio en la mano para una limpiadora está en 14.211 euros brutos al año en quince pagas. Si contamos con que bastante más de la mitad trabaja a tiempo parcial, que llevan tres años de congelación salarial y que en muchos casos debido a la crisis se han convertido en el único ingreso para sus familias, vemos que el incremento salarial que planteamos, ligado al del PIB, es cuestión de justicia social".


Ante el nuevo convenio de limpieza de edificios y locales de la provincia de Zaragoza que se negocia para tres años, de forma unitaria, UGT. OSTA y CC. OO. están reclamando un aumento salarial del 0,75% este año, 1,5% al que viene y lo mismo para 2017 mientras que la patronal plantea cero de subida estos dos primeros años y un 0,5% para el tercero.


"Es inadmisible que la patronal no quiera subir unos salarios –que en jornadas parciales, que son la mayoría– no llegan a 700 euros", critica Alberto Navarro, responsable de la Federación de Servicios de OSTA. Máxime, recuerda, cuando las limpiadoras ya hicieron sacrificios en el anterior convenio 2012-2014 que firmaron con pérdida de derechos al aceptar subida salarial cero y también la reducción de la compensación por Incapacidad Temporal (IT) o enfermedad común.


"Al final, no puedes ni ponerte mala", critica Carmen Aguilera, que lleva desde 1982 en el sector de la limpieza. "Trabajo en dos empresas haciendo 32 horas y media semanales y aunque a duras penas llego a los 800 euros al mes, al tener dos contratos distintos, me toca pagar a Hacienda". A su juicio, "antes se cobraba más que ahora; lo que hacen las contratas es reducirte la jornada, la de cuatro horas y media, ahora te la dejan en tres y media, pero el trabajo sigue siendo el mismo", explica. "Así que trabajamos más por menos". Ademas, se lamenta de la escasa visibilidad social que tiene el sector de la limpieza. "Solo se nos echa en falta si ven que la oficina o el local está sucio".


"Con nuestros sueldos hay que hacer equilibrios para llegar a fin de mes", corrobora Esperanza Fernández que trabaja para un centro sociocultural municipal. "Cobro 940 euros por una jornada completa de 40 horas semanales incluidos dos fines de semana". "Es vergonzoso", apunta Alberto Navarro, que la patronal rechace el incremento que piden las limpiadoras. "Aún les reprocha el aumento del 22,43% logrado con la huelga de nueve días que hicieron poco antes de la Expo, pero es que el sueldo que tenían entonces era de 11.425 euros al año, que es bajísimo", recuerda el sindicalista de OSTA, que achaca a la dispersión y a que muchas empleadas están solas en su centro trabajo la baja representación sindical de la que adolece el sector.


Actualmente, el pago de la hora está, según convenio, en 8,01 euros. "Lo que ocurre es que hay muchas limpiadoras trabajando hasta en tres empresas distintas para llegar a 30 horas semanales, explica. "Claro que no cubica. Aún teniendo la jornada completa como es mi caso, si llega un mes como febrero con tres días laborales menos, se te reduce bastante el salario", atestigua Carmen Gargallo, que, dentro de lo que cabe, se considera una "privilegiada" porque trabaja para la Universidad de Zaragoza. "La contrata que tenemos ahora nos ha reducido el plus que nos daba la Universidad. Antes eran 102 euros y ahora, 52. De un modo u otro te rebajan". Las limpiadoras tienen además el handicap de que muy pocas ocupan los puestos más altos de peón especialista o conductor limpiador en los que se cobra algo más. "Esos se reservan normalmente a los hombres", añade Gargallo.


Lo peor es que "cada vez con menos personas tienes que sacar el mismo trabajo". Lo dice Consuelo Pastor, que lleva 31 años trabajando en Opel con diferentes contratas. "De 65 mujeres que éramos hemos pasado a 18 para limpiar oficinas, zonas de descanso de la fábrica y servicios" frente a "180 hombres en limpieza industrial". La jornada de Consuelo, que antes era de 16 a 12 ,se ha adelantado ahora y entra a las 14 hasta las 22 con lo que le han dejado de pagar dos horas de nocturnidad. Pastor considera que la subida salarial que se plantea es "pequeña" y deberían darla "dada la pérdida que hemos tenido de poder adquisitivo con los distintos ERE que hemos sufrido en Opel y con la congelación estos últimos años".


Lamentando haber retrocedido en derechos "con un convenio a la baja", asegura que "los derechos no son gratis, hay que peleárselos" y recuerda la huelga realizada en el año 2000 con 15 días de paro en que se dignificó el sector y "llegamos a parar la producción en Opel para denunciar que el transporte nos lo tenían que pagar". Sin embargo, no todas las empresas actualmente lo hacen. Carmen Izaguirre, que lleva 14 años de limpiadora con un contrato de 20 horas a la semana en oficinas en dos centros de trabajo, dice que tiene que pagarse de su bolsillo ir cada día a Cogullada. "Claro que hemos perdido condiciones. Me toca trabajar más que antes y por menos dinero". Además, "al tener dos contratos de poco dinero te penaliza Hacienda", dice. Pilar Navarro, que lleva también 24 años como cristalera y limpiadora en un centro sociocultural corrobora que "en estos años de crisis lo que habíamos ganado en convenio, lo estamos perdiendo".


Esteban Lauroba, de UGT, alerta del peligro de las empresas multiservicios, aquellas que licitan por todo –cocina, limpieza o jardinería– y que pretenden dejan de aplicar los convenios colectivos sectoriales y "pagar la mitad del salario que marcan dichos convenios sin importarles que se trate de una limpiadora o un camarero". Aberto Navarro, de OSTA, también alerta contra las "empresas piratas que cogen contratas a base de tirar precios e incumplir el convenio colectivo".