La fragmentación del voto en Aragón obligaría a pactar a varias bandas para gobernar

El PP y el PSOE perderían escaños y necesitarían acuerdos múltiples para lograr la presidencia de Aragón.

La fragmentación del voto, con hasta siete partidos con representación en las Cortes de Aragón (desde 1983 no han pasado de cinco grupos), deja todas las opciones abiertas para la presidencia de la Comunidad, pero esa dispersión obliga a llegar a acuerdos entre varios partidos, aunque fuera solo para apoyar puntualmente la investidura. El Parlamento tiene 67 escaños (35 por Zaragoza, 18 por Huesca y 14 por Teruel), por lo que es necesario contar con 34 votos para salir elegido en primera ronda, o bien disponer de mayoría simple y contar con que otra o varias se abstuvieran para lograr la investidura para presidir Aragón y poder formar gobierno.


El PP volvería a ser el partido más votado, aunque podría perder más de diez puntos y hasta once diputados (ahora tiene 30 escaños). Pese a esos datos, Luisa Fernanda Rudi sería la que más opciones tendría para alcanzar la presidencia -lo que supondría su segundo mandato-, siempre y cuando Ciudadanos no pinche en sus expectativas (entre 7 y 11 diputados) y el PAR mantenga al menos cuatro o cinco de los siete escaños que tiene.


Los populares tienen un problema añadido: los efectos del caso Rato, entre otros, y el desgaste de Rajoy por los recortes y los efectos de la crisis en las clases medias. La compensación de esa pérdida, a tenor de los datos que revela la encuesta de intención de voto de los aragoneses, elaborada por A+M para HERALDO, vendría por el lado de Ciudadanos, partido que recoge votantes del PP y que ha ido mejorando sus opciones desde el comienzo del trabajo de campo de este sondeo.


El PSOE y su candidato Javier Lambán tendrían opciones para intentar recuperar la presidencia de la Comunidad Autónoma, pese a que necesitaría recortar más la distancia con los populares. La encuesta indican que los socialistas podrían perder ocho puntos y entre cuatro y siete escaños en las elecciones de mayo respecto a los resultados de hace cuatro años. Ese retroceso no le apearía de seguir siendo la fuerza hegemónica de la izquierda, pese a la entrada en escena de Podemos, lo que le permitiría al PSOE liderar un acuerdo de los partidos de ese ámbito del arco parlamentario, siempre y cuando puedan sumar entre todos 34 escaños o más. O bien logren un entendimiento tácito con Ciudadanos para que se abstuviera y poder presentar una alternativa a Rudi con mayoría simple. Una posibilidad muy remota dado el escenario político que reflejan los datos del sondeo de intención de voto.


El partido que encabeza Pablo Echenique tendría opciones de ser la tercera fuerza del Parlamento autonómico, con una cierta ventaja sobre Ciudadanos pero lejos del PSOE, tal y como se observa en los cuadros adjuntos.


Todo indica que esa disposición del escenario de las Cortes de Aragón se podría acentuar, ya que hay un alto índice indecisos (25,1%), de los que la mitad podría decantare por el PSOE (un 23,9% de ellos) o por el PP (22%). Es un dato destacable porque implicaría que los dos partidos mayoritarios tendrían posibilidades de afianzar sus resultados por la parte alta de la horquilla e incluso mejorarla a lo largo de la campaña electoral. Además, las dos formaciones superarían en las circunscripciones provinciales los posibles retrocesos que sufrirían en las zonas urbanas a favor de Podemos en el caso socialista y de Ciudadanos en el caso del PP.


Una situación similar ocurriría en el PAR, que podría mantener una posición decisiva para la formación de gobierno, principalmente en una posible combinación liderada por el PP, dado que aguantaría en las tres provincias parte de los retrocesos que pudiera sufrir en las capitales y municipios de mayor población.


Este principio también sería aplicable a CHA, aunque buena parte de sus opciones estarían en consolidar su posición en Zaragoza ciudad y en el área metropolitana. La formación que lidera José Luis Soro podría ser fundamental para lograr una mayoría de izquierdas (con PSOE y Podemos e incluso con otras combinaciones en las que podría entrar Ciudadanos), siempre en función de cómo quedasen la suma de escaños.


En este supuesto tampoco es descartable que los resultados que pudiera tener IU sean imprescindibles para afianzar una alternativa conjunta de la izquierda. Ya sea con participación directa, siempre y cuando la suma con PSOE, Podemos y CHA aporte la mayoría absoluta, o indirecta, con una abstención si hubiera otras combinaciones que dieran la presidencia a un candidato de la izquierda parlamentaria.


La principal pugna para despejar el mapa político e institucional estará en la circunscripción de Zaragoza, principalmente en la capital aragonesa. Son las plazas electorales donde más variantes podrían producirse en relación a los resultados de hace cuatro años. Tanto en relación a las posibles pérdidas de escaños de populares y socialistas sobre todo, pero también de PAR e IU, como al número de diputados autonómicos que podrían conseguir Podemos y Ciudadanos.


En Huesca, los socialistas podrían seguir manteniendo el pulso a los populares, mientras que en Teruel, el PP seguiría teniendo una distancia considerable sobre el resto de formaciones.


Por último, también destaca en la encuesta que el PSOE podría tener un 33,3% de su voto autonómico entre jóvenes de 18 a 24 años, mientras que Podemos obtendría el 28,6%.