"No es tan diferente gestionar el patrimonio en Uncastillo y en Madrid"

El director de patrimonio de Madrid y de la fundación Uncastillo, José Francisco García forma parte del equipo que ha coordinado la búsqueda de los restos del escritor Miguel de Cervantes, un reto "de gran importancia histórica y cultural".

¿La búsqueda de los restos de Cervantes le roba horas de sueño?

No especialmente, porque es un proyecto bonito y que está resultando muy satisfactorio. Supone una oportunidad de tratar con una investigación de gran importancia histórica y cultural y de relevancia internacional. Duermo bien.


¿Es un reto profesional?

Es algo muy importante. Poniéndolo en perspectiva histórica, quizá es uno de los momentos clave de la historia de este escritor. Llevaba siglos siendo una incógnita y ahora se han encontrado sus restos, y además con un grado de certeza elevado.


Tras 10 meses de trabajo y 114.000 euros invertidos no se puede demostrar que los huesos hallados sean del escritor. ¿Ha merecido la pena el esfuerzo?

No se puede demostrar científicamente con el ADN, pero tenemos certeza histórica y coincidencia arqueológica y antropológica. Las tres disciplinas coinciden. Es una investigación que todavía tiene un margen de duda, pero es lo suficientemente pequeño para afirmar que la certeza es muy alta.


Entonces ¿se han encontrado los restos de Miguel de Cervantes?

Sí. Desde luego el equipo de investigación en sus informes habla de probabilidad, pero en cuanto se leen sus conclusiones, se puede decir hallazgo con total normalidad. No hablamos de posibilidad sino de una casi certeza. Es la forma de decir que estamos seguros pero no se puede decir al 100% porque no tenemos ese análisis del ADN.


¿Cómo se ha llevado a cabo este proyecto?

Con la ayuda de un georradar en la iglesia del convento de las Trinitarias se localizaron datos que no se conocían sobre la cripta, los nichos y el subsuelo.


Esto permitió pasar a la segunda fase, la de la excavación.

Fue la que requirió más tiempo y recursos para completar la excavación y el estudio histórico y antropológico. Ha sido un trabajo que se ha hecho en un tiempo razonable. Sin prisas. Con un presupuesto que es mínimo para lo que ha supuesto, es de las partidas mejor invertidas que hemos podido tener, y además con unos resultados espectaculares.


¿Cuáles han sido?

Además del hallazgo de este pequeño enterramiento de la iglesia antigua, en el que estaban Cervantes y su esposa, en el resto de la excavación han aparecido casi 400 restos que pueden dar información histórica sobre alimentación, desarrollo social de aquella época, de la historia del propio edificio, de Madrid... La rentabilidad del proyecto no tiene ninguna duda.


Faltan escasas semanas para las elecciones. ¿Cree que podrá terminar este proyecto?

Yo trabajo con la intención de hacer las cosas bien, con independencia de la fecha en la que estemos. Si esto se puede terminar, y exhibir ya los restos de Cervantes, no depende de las fechas de elecciones, sino del trabajo. Los criterios que seguimos son técnicos y de oportunidad, pero no de calendario, porque eso suele llevar a cometer errores.


¿Qué significa este hallazgo?

Se toma conciencia de la importancia que tiene rendir homenaje y terminar el relato histórico de Cervantes, el personaje más influyente en la historia de la literatura universal.


Sigue al frente de la Fundación Uncastillo Centro del Románico, que dirige desde su creación en 1998. ¿Qué tal el salto de las Cinco Villas a Madrid?

Realmente creo que no hay tanta diferencia entre gestionar el patrimonio de Uncastillo, que tiene 700 vecinos, y el de Madrid, con 3.200.000 habitantes. Los principios de actuación y valores, la forma de mirar el patrimonio, la cultura y el paisaje es la misma. No me ha resultado tan complicado acercarme al patrimonio de Madrid porque lo he mirado como lo hacemos en Uncastillo: como un elemento que genera identidad y sentimiento de pertenencia y que es la historia viva de una comunidad.


¿El patrimonio es futuro?

Es un activo que tiene que ser un recurso económico, en Madrid y en Uncastillo. Lógicamente, en la capital de España todo tiene una dimensión mayor, hay más presión, el ritmo es frenético... Pero el trabajo es prácticamente el mismo. Eso me ha sorprendido. Todo lo que hacemos en Uncastillo tiene posibilidad de desarrollarse en otros lugares, como Madrid.


Tomó posesión como director general de Patrimonio Cultural y Calidad del Paisaje Urbano de Madrid hace dos años. ¿Qué aportó a este puesto?

Una mirada limpia. A veces cuando llegas nuevo a un lugar lo puedes mirar vacío de prejuicios y de ideas preconcebidas. Esto me permitió, por ejemplo, poner en marcha la declaración del sitio de Retiro y el Prado como Patrimonio Mundial de la Unesco, una declaración que no tenía Madrid. Es una ciudad en la que se trabaja bien porque se entienden las ideas y propuestas. Llegué, y nadie me preguntó qué hacía un zaragozano gestionando el patrimonio de Madrid.