El “terror poético” de Poe se cierne sobre el Teatro de la Estación

La compañía aragonesa Factory Producciones se presenta en Zaragoza con ‘Tres rosas y una botella de coñac’.

Cada 19 de enero durante siete décadas, entre la medianoche y las cinco de la mañana, un hombre con abrigo largo y un bastón de empuñadura dorada dejaba tres rosas y una botella de coñac a la mitad junto a la tumba de Edgar Allan Poe en Baltimore. Su rito coincidía con el día del nacimiento del escritor.


Este enigma inspiró hace casi cinco años al director y actor Mario Ronsano (Barbastro, 1990) para escribir la obra ‘Tres rosas y una botella de coñac’, que desde hoy y hasta el domingo se representa en el Teatro de la Estación de Zaragoza (de jueves a sábado, a las 20.30, y domingo, a las 19.00). El montaje supone la puesta de largo con su primera propuesta de sala de la nueva compañía aragonesa Factory Producciones, promovida también por el técnico de sonido y cantante zaragozano José Antonio Royo (Gallur, 1991).


Sobre las tablas, tres actores en una escenografía vacía y tétrica de paredes negras. Antonio Magén es el misterioso visitante del cementerio que desdobla su personalidad entre el lado oscuro que encarna Ángel Gotor y la luz que desprende la bailarina Tania Cubero. Se trata de un texto de "terror poético", dijo Mario Ronsano, basado en ocho poemas de Poe y dos de sus cuentos: ‘El corazón delator’ y ‘El tonel de amontillado’. "He querido jugar con sus creaciones poéticas, que son poco conocidas por el gran público".


Para Antonio Magén, su personaje ofrece "un recorrido por la vida de Poe, hay cosas sutiles que se van a poder ver y soy como una prolongación de él".


El montaje sala a escena tras una residencia artística en la propia Estación. Su directora artística, Cristina Yáñez, subrayó que se trata de una forma de apoyar a nuevas propuestas y talentos "ante la precarización progresiva del sector".