¿Todavía os queréis?

Llamaron a la puerta cuando me disponía a salir.

-¡Javi!

-Papá, ¿puedo pasar?

-Pues claro.

-¿Ibas a salir?

-Los sábados por la noche suelo tomarme unas cervezas con los amigos.

-Papá, ¿todavía os queréis?

Tras mirarmos en silencio un instante se me ocurrió que saliéramos juntos. Después de todo ya tenía dieciséis años, y siempre estaría mejor con su padre que en un botellón. Insistió en si todavía quería a mamá, y yo traté de explicarle que de un modo diferente. Aunque nos habíamos separado, vivimos momentos únicos, mágicos. No era tanto que el amor hubiese dejado de existir entre nosotros como que hubiese evolucionado. Además, él nos mantendría siempre unidos.

-Por cierto -dije-. Sabe que estás conmigo ¿no?

-Supongo. Le dejé una nota.

En ese instante sonó mi móvil.

-Tranquila… Sí, sí, conmigo… ¡Oye, que te ha dejado una nota!... ¡Se habrá volado, yo qué sé!... Por el Tubo… Pues claro que de Zaragoza… ¡De sobra la sé!… Por favor, no empieces… ¿Y tú?... ¡Mira, qué te den!... Ahora te lo paso.