Matan a tiros a un zaragozano y hieren a un amigo para robarles el coche en Salvador de Bahía

El fallecido había viajado a Brasil para visitar al otro joven, un soriano que trabaja en un proyecto internacional de Gamesa.

El zaragozano Hugo Calavia Blanco, de 37 años, falleció el pasado lunes en Salvador de Bahía tras ser tiroteado por dos atracadores en el aparcamiento del restaurante al que había ido a cenar con Alberto Aroz Calvo, un amigo soriano de 36 años que actualmente reside por trabajo en la ciudad brasileña y al que había ido a visitar. Los delincuentes, que se dieron a la fuga y todavía no han podido ser identificados, no tuvieron ningún reparo en abrir fuego contra ambos hombres para robarles el coche de alquiler en el que se desplazaban. Nada pudieron hacer las asistencias médicas por el aragonés, cuya muerte fue prácticamente inmediata. Su amigo recibió también dos balazos, uno en el hombro y otro en el pie, pero logró salvar la vida y se recupera de las lesiones en el hospital Menandro de Faria.


El herido trabaja para Gamesa, pero se desplazó hace un tiempo a Salvador de Bahía para sumarse a un proyecto internacional de la compañía. Al parecer, tenía previsto su regreso a España el próximo mes de junio. De ahí que el ahora fallecido quisiera aprovechar para visitar la ciudad, la tercera más poblada del país, antes de su partida.


Hugo Calavia era hijo de un matrimonio oriundo de la localidad soriana de Ágreda que trasladó hace años su residencia a la capital aragonesa. Sin embargo, esta pareja –que además del ahora fallecido tiene otros tres hijos– nunca ha perdido su vinculación con este municipio, donde la familia tiene una casa a la que acude a pasar los veranos y muchos fines de semana. Para los vecinos, como reconocía ayer el propio alcalde de Ágreda, Jesús Manuel Alonso, el zaragozano era "uno más", de ahí que el pueblo haya convocado hoy un acto a mediodía en apoyo a las familias de los dos amigos tiroteados.Un barrio muy inseguro


El asalto en el que perdió la vida Hugo Calavia se produjo en torno a las nueve de la noche en el barrio de Itapoa, ubicado a unos diez kilómetros al norte del centro de Salvador de Bahía. Los turistas acuden a esta zona al reclamo de su playa y su conocido faro, pero se trata de un distrito muy pobre e inseguro. De hecho, esta es una queja habitual de sus comerciantes, que ven como este tipo de sucesos, cada vez más habituales, han empezado a costar vidas y amenazan el futuro de sus negocios.


El restaurante que los amigos habían elegido para cenar se encuentra entre los más exclusivos del distrito de Itapoa. Al parecer, el tiroteo se produjo a la salida del local, aunque poco se sabe sobre el fatídico encuentro entre las víctimas y sus asaltantes. La Policía brasileña investiga si el zaragozano y su compañero ofrecieron algún tipo de resistencia o simplemente fueron acribillados sin mediar palabra. De momento, lo único que sabe de los delincuentes es que huyeron del lugar de los hechos en un Ford Ecosport de color negro con matrícula de Belo Horizonte. La numeración de las placas ha sido difundida a través de los medios de comunicación locales para que cualquier persona que lo identifique informe rápidamente a las autoridades.


El consulado español en Salvador de Bahía ha iniciado los trámites para la repatriación del cadáver de Hugo Calavia, pero dadas las circunstancias de su muerte el trámite podría demorarse todavía algunos días. Porque la investigación sigue abierta y podrían ser necesarias nuevas pruebas forenses.


El Gobierno aragonés ha contactado ya con el Ministerio de Asuntos Exteriores para ofrecer su colaboración y ponerse a disposición de la familia del fallecido. Lo mismo ha hecho el presidente de La Rioja, Pedro Sanz, ya que el zaragozano trabajaba actualmente como agente de protección de la naturaleza en la comunidad vecina. En concreto, en la zona de Nieva- El Rasillo de Cameros, muy cercana a Soria.