La maja

El primer reptil con plumas despegó tras un traspié fortuito con una boñiga de apatosaurio… lo cual nos lleva a la aeronáutica y de ahí a la fregona. Sí, una palabra que aborrezco ancestralmente gracias a ti, Falcón. Tú, tan apellido de altos vuelos y yo… ya ves, a punto de ser subastada tras seis décadas evitando artritis, bursitis y otras itis a media humanidad con faldas. Para la otra media sigo siendo una extraña.


Para cuando leáis estas líneas espero estar en manos de una dama con 300 euros menos en el bolsillo y un hueco en la alacena para una Rodex auténtica de 118 centímetros, cubo escurridor incluido. Entonces, siendo tan pequeña y escurrida, diría yo, ¿por qué “fregona” ? ¿En qué aeronaves pensabas Jalón cuando me pariste en aquel taller de Bellvis ? Podrías haberme puesto fregoza, o la maja, Manuel Jalón… porque si no hubiese sido tuya igual me llamaban: lavabell…


En todo caso… gracias eternas Jalón. Yo era reptil… y tú me diste alas