Otra semana en cuadro

Ranko Popovic afronta una nueva semana con la plantilla bajo mínimos debido a la acumulación de sanciones y las lesiones.

Las consecuencias son estas. El Zaragoza comienza a pagar a estas alturas de temporada, después de sobrepasar la barrera de los seis meses compitiendo, el alto precio de una plantilla restringida por la sanción impuesta el pasado verano por la Liga de Fútbol Profesional: un primer equipo con solo 18 fichas hábiles y la prohibición de incorporar canteranos firmados en el ejercicio 2014-2015.


A este pesado impedimento, se le agregan los efectos de una plantilla levantada a finales de agosto, fuera de la programación de una pretemporada ajustada a los debidos plazos de preparación, urgencia que pasa factura ahora, entre otros factores, en el estado físico de algunos futbolistas.


Todas estas circunstancias coinciden ahora en un punto de confluencia con la sobrecarga de amonestaciones que arrastra buena parte de la plantilla. En resumen, todas las causas y condicionantes se reflejan en el actual estado carencial del equipo. El Real Zaragoza, como hace dos semanas antes de jugar contra el Llagostera, vuelve a estar en cuadro, muerto de frío, con lo mínimo puesto.


Ranko Popovic afronta tres días de preparación del partido frente al Lugo en los que su capacidad de maniobra va a ser muy limitada. Para ese encuentro, apenas va a disponer de 12 futbolistas de campo y dos porteros. El Zaragoza sufre aún la baja de cuatro lesionados: Bono, Rubén, Jaime y Javi Álamo. A ellos se les suman los sancionados, los daños colaterales de la derrota contra el Mallorca: Pedro, Basha y Mario. El Zaragoza ha trabajado alegaciones para que a Pedro se le retire la segunda amarilla –que derivó en expulsión– y para que a Basha se le rebaje la roja directa a cartulina amarilla por sus protestas en el banquillo de Son Moix. En todo caso, el albanosuizo, también lesionado, no estará apto para jugar el partido del próximo sábado contra el Lugo.


De los futbolistas aún con la baja médica, es improbable que Popovic recupere alguno en los tres días de trabajo antes del enfrentamiento con el Lugo. Bono y Javi Álamo se encuentran ya en la recta final de sus planes de recuperación, pero llegarían muy justos al sábado. Como la premisa es no apurar ningún regreso más bajo riesgos innecesarios después de los sucedido con Rubén o Jaime, todo apunta a que Bono y Javi Álamo no estarán en condiciones de entrar en una convocatoria hasta la próxima jornada, para el partido contra el Racing de Santander en El Sardinero.


Por su parte, Rubén va a comenzar esta semana su fase de reingreso progresivo a la dinámica ordinaria de entrenamientos de la plantilla, con lo que su regreso se acerca, pero nunca antes de dos semanas. Jaime Romero también es baja segura contra el Lugo y su evolución y las pruebas médicas que confirmen el estado de cicatrización de su bíceps femoral derecho serán la que determinen si está apto para viajar a Santander dentro de una semana o debe esperar para reaparecer una semana más, para el partido contra el Alcorcón en La Romareda.


Cuatro canteranos

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El panorama que le queda, de este modo, a Ranko Popovic es el siguiente: tiene disponibles a 14 futbolistas del primer equipo, incluyendo los jugadores con ficha del filial pero asentados en la dinámica de la escuadra de Segunda División, casos de Whalley, Diego Rico y Vallejo.

De esos 14, dos son los porteros Pablo Alcolea y Whalley, quedando 12 futbolistas de campo. Es decir, Popovic solo tendrá dos suplentes de campo del primer equipo, en principio, disponibles el sábado, por lo que deberá recurrir a cuatro chicos del filial para completar la convocatoria del partido contra el Lugo.