Las crónicas perdidas de Occitania

Tal y como narraban las crónicas perdidas de Occitania, La única posibilidad que les quedaba a los reinos del Languedoc y Occitania para salvarse de la furia francesa y su cruzada albigense, era el rey Pedro II de Aragón, del cual eran vasallos. Pero la derrota en la batalla de Muret fue el punto final en la lucha por su independencia.


Muerto el rey y secuestrado su hijo. Los reinos más allá de los Pirineos quedaron a merced del enemigo. Pero muchos de sus habitantes, sobretodo cátaros, cruzaron las montañas buscando refugio en Aragón. Portando muchos de ellos, sus pertenencias. Entre ellos el Santo Grial, que fue guardado y custodiado en el monasterio de San Juan de la Peña.


Con el tiempo, el auténtico Grial se perdió y solo quien encuentre dichas crónicas sabrá su auténtico paradero.


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