Popovic quiere al mejor Pedro

El entrenador considera al jugador alicantino pieza clave para la recta final de la temporada.
El futbolista, tras varias semanas de bache en su rendimiento, ha dado síntomas de mejoría.

Popovic provocó ayer una conversación de casi un cuarto de hora a solas con Pedro, ambos sentados sobre la hierba, al término del entrenamiento del equipo en la ciudad Deportiva.
Popovic provocó ayer una conversación de casi un cuarto de hora a solas con Pedro, ambos sentados sobre la hierba, al término del entrenamiento del equipo en la ciudad Deportiva.
elena muñoz

El Real Zaragoza necesita a Pedro Sánchez a su máximo nivel de rendimiento en los seis últimos partidos de liga que restan. Y, mucho más, si a través de ellos se lograse la clasificación para la promoción de ascenso a Primera División. Pedro ha sido un termómetro de solvencia del equipo en todo lo que va de curso. Tras reaparecer de la prematura lesión de rodilla –un fuerte esguince– que sufrió en septiembre en el Mini Estadi del Barcelona, el interior diestro alicantino ha abanderado las buenas rachas del equipo, los partidos sobresalientes y los momentos de ilusión máxima. Por el contrario, su decaimiento tras el triunfo de Pamplona en febrero, ha traído de la mano la crisis de resultados que ha llenado de dudas el devenir del equipo ante el final del torneo.


Por eso, ayer, Ranko Popovic quiso hablar a solas con Pedro y, además, buscó que hubiese luz y taquígrafos. Al final del entrenamiento en la Ciudad Deportiva, el técnico serbio llamó a Pedro a una charla improvisada sobre el mismo césped del campo de ensayos. Allí se sentaron ambos y, en esa distendida postura, dialogaron sobre el presente y el inmediato futuro que viene. Fueron alrededor de 15 minutos en los que quien más cosas dijo fue Popovic.


El técnico serbio ha venido observando en los últimos dos meses un incremento en la carga de responsabilidad de un tipo extremadamente implicado como es Pedro. Esa actitud, loable por una parte, ha podido acabar siendo contraproducente en los días de malos resultados. El de Aspe no marca un gol desde aquel 4-0 al Barça B en La Romareda, el 7 de febrero, su última matrícula de honor como estandarte del equipo dentro del campo. Demasiado tiempo para lo que el equipo necesita de él. Sus balones parados, de los que es el único lanzador tras la lesión de Eldin Hadzic, también han perdido eficacia de manera sorprendente, en una espiral negativa que Popovic quiere que concluya ya. Hace un tiempo que a Pedro se le ha visto tenso antes de los partidos, metido hacia sus propios adentros, sobreexcitado a causa del extravío de sus mejores cualidades en el área rival y el la distribución del juego.


Afortunadamente, Pedro, poco a poco, en los últimos dos partidos, ha dado síntomas de mejoría en su juego particular. En breves pinceladas, con atomizados detalles, pero emitiendo esperanzas de poder recuperar al Pedro determinante en cualquier momento. Por su orgullo, por su talante e implicación como futbolista, en ningún momento ha caído en la desesperación pese a su evidente bajonazo.


Desde ayer, Pedro cuenta con más razones morales y anímicas para reengancharse a su mejor versión. Sabe que su entrenador confía a ciegas en él. Que sus compañeros lo tienen en una peana por su carácter, casta y carisma. "Pedro es muy importante aunque no marque", dejó claro Jaime Romero tras la victoria de hace diez días ante el Numancia.


Popovic, ayer, quiso despejarle la mente en un cuarto de hora de terapia personal. Que no se agobie bajo ningún concepto. Que no se obsesione porque tarde en llegar su octavo gol de la liga. Que no se acelere cuando un córner o una falta no tomen la dirección adecuada. Con serenidad y pausa, todo el vestuario zaragocista tiene por seguro que Pedro va a ser de nuevo el líder en el campo que fue durante muchas jornadas.

Bronca a Lolo y once perfilado

La de Pedro no fue la única charla aparte de Popovic en la mañana de ayer. A mitad de sesión preparatoria, el entrenador llamó a Lolo para mostrarle su descontento con la actitud mostrada por el onubense en la primera fase del partidillo de ensayo. Lolo se mostró apático, sin demasiado interés en, al menos, tres balones divididos. Y Popovic le guardó una reprimenda para un rato después, cuando el grupo se refrescaba antes de emprender la segunda mitad del simulacro. El serbio no quiere que nadie se desenchufe. Todos, jueguen mucho o poco, van a ser importantes dentro del reducido plantel del Real Zaragoza y, a estas alturas de competición, no es momento de que nadie baje los brazos.


Respecto del equipo inicial, todo apunta a que solo habrá un cambio en defensa en relación al último once en Ponferrada. Si Mario está apto, como parece, sustituirá a Rico y Cabrera pasará a ser de nuevo el lateral zurdo.