La negociación del nuevo convenio del bus continúa estancada después de 14 reuniones

Los trabajadores de Auzsa piden recuperar los salarios previos a la rebaja de 2013: supondría una subida de casi el 5%.

Un autobús de Auzsa cruza el puente de Piedra en una imagen del mes de febrero.
La negociación del nuevo convenio del bus continúa estancada después de 14 reuniones
Asier Alcorta

La negociación del nuevo convenio colectivo del autobús urbano de Zaragoza está estancada. Después de 14 reuniones y más de cinco meses de diálogo, ambas partes reconocen que el acuerdo está muy lejano, ya que ambas mantienen casi intactas sus posiciones de partida. Las peticiones salariales de los trabajadores son el principal obstáculo, pero no el único. El comité de empresa advirtió ayer de que si no hay avances la semana que viene habrá un "cambio de estrategia". "Nos van a obligar a usar las herramientas de siempre", apuntó ayer el presidente del comité, Javier Anadón.


Con el convenio actualmente prorrogado –expiró con el final del año 2014–, las negociaciones para firmar uno nuevo comenzaron el 4 de noviembre. Con la de ayer ya se han celebrado 14 reuniones. Los trabajadores presentaron a la empresa sus condiciones para firmar un convenio con solo dos años de validez –la empresa prefiere una vinculación más larga–, y el diálogo se desarrolla en torno a ese documento del comité –que se renovó en una segunda versión el pasado 26 de febrero–.


En cuanto a los salarios, el tema más espinoso, exigieron recuperar las condiciones perdidas en octubre de 2013. Entonces, un laudo arbitral dictado por la Comisión Consultiva Nacional de Convenios Colectivos supuso una reducción media de 3,9% en las nóminas de los empleados. Ahora, quieren recuperar esos niveles salariales en 2015 y 2016, más aproximadamente un 1% correspondiente al incremento que estaba previsto para 2014. También solicitan que se abonen las cantidades que se rebajaron en esos meses, entre octubre de 2013 y diciembre de 2014. La dirección de Auzsa de momento se niega a aceptar subidas salariales, así como al ‘desbloqueo’ de la antigüedad, que también quedó congelada tras la aplicación del laudo.


Además, el comité ha planteado en su primera propuesta una reducción de las horas anuales trabajadas –de 1.652 en 2015 a 1.620 en 2016–. Del mismo modo, el presidente del comité de empresa apuntó que pretenden "mejorar la conciliación familiar". De momento, no hay acuerdo con la empresa respecto a la organización del trabajo de los conductores.


Anadón dijo que se ha convocado otra reunión para la semana que viene, y lamentó que las negociaciones se estén "alargando innecesariamente". El comité achaca este retraso al cambio de sistema de redacción de las actas, ya que ahora las elaboran las partes implicadas en la negociación –una reunión cada una– en vez de una persona neutral.


Otros puntos de choque


El documento sobre el que están negociando la empresa y los trabajadores supone la modificación de 58 artículos del convenio colectivo, que van desde los salarios hasta el vestuario de los conductores, pasando por las horas extra, las vacaciones, los festivos, los aspectos de prevención y salud laboral, etc. Una de las pretensiones del comité de empresa es que se cumpla una de las reivindicaciones históricas de los trabajadores: que se instalen aseos automáticos en todos los finales de línea. Los empleados piden que estos aseos estén colocados antes del 31 de diciembre de 2015.