CSI·F ha denunciado este martes que el pago a los funcionarios aragoneses de los 44 días correspondientes a la parte devengada de la extra de 2012 es "precisamente lo que parece", una medida "electoralista" con la que el partido gobernante intenta minimizar la sangría de votos que las encuestas le adjudican.

El sindicato ha indicado en un comunicado que el pago de la extra responde a las sentencias judiciales favorables a las demandas presentadas por las organizaciones sindicales más representativas, encabezadas por CSI·F.

En este sentido, ha reiterado su exigencia de que se pague a los empleados públicos la totalidad de la extra, ya que no se puede presumir de la "salida de la crisis" sin devolver a quienes más aportan en ese empeño.

A su juicio, los empleados públicos merecen recuperar el poder adquisitivo que les han sustraído las administraciones, así como la negociación de la parte de la acción social y el plan de pensiones que el Gobierno de Aragón ha dejado de pagar, la reanudación de la carrera profesional ahora en suspenso y todos aquellos derechos retributivos y sociales suspendidos en el año 2012.