La retirada de la vacuna de la varicela dispara las compras en Francia y Andorra

Ante la prohibición de la venta en las boticas, los aragoneses se desplazan fuera de España. En 2014, se registraron 7.127 casos, casi un 59% más que en 2013, cuando hubo 4.481.

Disfrutar del puente de Semana Santa fuera de casa y de paso, si se puede, comprar la vacuna de la varicela para el niño. La prohibición de la venta libre del Varivax en las farmacias españolas ha disparado el turismo sanitario en busca del popular medicamento. Algunos pediatras admiten que cientos de aragoneses cruzan la frontera española y se desplazan hasta Francia o Andorra para adquirir las dosis necesarias.


La polémica sobre la vacuna de la varicela surgió hace año y medio, cuando la Agencia Española del Medicamento decidió prohibir la dispensación libre de este fármaco en las boticas españolas alegando un supuesto abuso de la misma. Intenta frenar así la vacunación voluntaria a los 12 meses y el recuerdo a los 2 o 3 años y mantener únicamente la dosis financiada por el sistema público de salud a los 12 años.


Sin embargo, ni algunos padres ni la mayoría de los pediatras están de acuerdo con esta decisión, que solo se ha tomado en España. En el resto de Europa, este medicamento se sigue distribuyendo sin problemas. Los médicos alertaron de las consecuencias sanitarias de esta restricción y sus presagios se han cumplido. Tras el bloqueo del Varivax, los casos de varicela repuntaron. En 2014 se registraron en Aragón 7.127, cuando en 2013 solo hubo 4.481 (un 59% menos). Una tendencia ascendente que continúa y que es similar en el resto de España.


Pero el efecto añadido fue la aparición del ‘contrabando’ de vacunas. En un principio, algunas comunidades vecinas, como Navarra, vendían el Varivax y eran muchos los aragoneses que aprovechando su proximidad, se desplazaban hasta allí para comprarlo. Sin embargo, hace unos meses las farmacias navarras dejaron de recibir el medicamento.


Tras este nuevo obstáculo, los padres viajan cientos de kilómetros para conseguir las dosis. Aunque no pueden cuantificarlo, los pediatras son conscientes de la existencia de este turismo sanitario. Si los lugares de destino de los aragoneses son Francia o Andorra, el de extremeños o gallegos es Portugal.


Por ahora, en los centros de salud, casi ningún profesional se niega a poner las vacunas compradas fuera de España. Eso sí, siempre que sea Varivax, el único reconocido por el sistema español de salud. En algunos centros de salud han tenido que poner carteles advirtiendo de que otras marcas no están reconocidas.


Además, los sanitarios hacen hincapié en que el traslado de la vacuna debe hacerse con unos criterios de seguridad. Su temperatura debe oscilar siempre entre 2 y 8 grados. Algunas boticas incluso venden con la vacuna bolsas isotérmicas para transportarlas. "No se puede romper la cadena de frío. Tienen que llevarla en una nevera para que no pierda su eficacia", asegura César García, pediatra del centro de salud de Sagasta y de la Asociación de Pediatría de Aragón (Aepap), que a su vez pidió que por este mismo motivo no se adquieran vacunas por internet.