De Mequinenza a Tenerife

El aragonés Raúl Agné subraya el potencial del Real Zaragoza desde el cariño y el recelo.

Raúl Agné señala una acción desde la banda.
Raúl Agné señala una acción desde la banda.
EL DÍA

Por si alguien lo había olvidado, ayer Raúl Agné Montull (Mequinenza, 24 de mayo de 1970), ahora entrenador del Club Deportivo Tenerife, evocó su pasado zaragocista. Viajó Agné hasta sus orígenes futbolísticos, hasta Zaragoza, hasta ese filial zaragocista que lo fichó hace cinco lustros del equipo de su pueblo, el Mequinenza. Jugaba bien al pelotón Agné, un pulmón en el centro del campo no exento de calidad técnica. Del filial marchó un año al Casetas glorioso de Fernando Lapieza y Cecilio Tornos (esta etapa suele ser omitida en su currículo...), y de Casetas a la Tercera catalana, que allí hay más tela marinera que en la regional de Aragón. En Cataluña también se inició como entrenador. De Palamós a Gerona, saltando luego a Huelva y Cádiz. Sin embargo, ayer Agné se refirió a Zaragoza, a sus días primeros en el fútbol de verdad, al club que le abrió la puerta a la élite.


Habló Agné desde el agradecimiento y desde el rigor histórico. "No es porque sea el equipo de mi tierra ni el club que me diera la posibilidad de entrar en el fútbol profesional y de estar ahora aquí. El Zaragoza es el equipo que tiene más historia de los que hay en Segunda División. Estamos hablando del noveno en la clasificación histórica de la Liga y el séptimo en cuanto a títulos ganados. ¿Qué quiere decir eso? Es una plaza muy dura y exigente. Está obligado a ascender y los jugadores lo saben. Ahora estamos en la fase decisiva de la competición y el Zaragoza está llevando una trayectoria un poco irregular, pero se ha afianzado en la sexta posición y no la querrá perder ahora. Además, tiene jugadores muy expertos que aparecen cuando menos lo esperas. Es un adversario que con Popovic intenta jugar bien al fútbol, siguiendo la tradición histórica del club aragonés. Es un rival difícil", se arrancó Raúl Agné.


En su auditoría del conjunto aragonés, Raúl Agné se refirió a los datos que destila la trayectoria última del Real Zaragoza. "Es que no me fío de las estadísticas. Es cierto que sacó siete puntos de los últimos 21. La única victoria fue de visitante (en Santander). Vi ese partido. Jugó bien y eso que el Racing le apretó. No me fío de este equipo porque hemos entrado en la fase decisiva, en la que todo el mundo aprieta mucho. Al margen de eso sabemos que estamos en un buen momento y que jugamos de local, y que sacamos adelante los tres últimos partidos en casa gracias al esfuerzo y a la afición, que nos ha acompañado y la vamos a necesitar todavía más. Pero no me fío del rival para nada. Soy de allí, conozco gente de allí. Sé lo que se dice y lo que les cuestionan y lo que les critican. Van a venir a pecho descubierto. El Zaragoza vendrá a por el partido. Seguro", reiteró hasta la saciedad Agné.


El técnico del Tenerife también se refirió al pichichi de la Segunda División, al zaragocista Borja Bastón. "Es el típico goleador que parece que no está pero que tiene una capacidad de definición muy alta. Es un referente para ellos. Estamos hablando de un jugador que lleva 20 goles y eso quiere decir que algo está haciendo bien. Es un equipo contundente en el área rival. Marca goles con facilidad", advirtió Agné.


El entrenador del conjunto canario diseccionó al Zaragoza. "Es un rival al que le gusta manejar el juego desde el balón, como ha hecho históricamente ese club. Intentaremos que el balón sea nuestro. Eso para empezar. Pero es un equipo al que le gusta llevar el ritmo de juego, con el balón, tranquilo, para llevarte a su terreno. Y cuando parece que están dormidos, despiertan. Intentaremos tener precaución y seguir en la línea de tener el balón, porque así es más fácil encontrar desajustes en el rival", subrayó.


Al final como en el principio de su comparecencia antes del encuentro de hoy, Raúl Agné buceó con cariño en su pasado zaragocista. "Soy un chico de provincias, de un pueblo muy pequeño. Cuando no esperaba llegar al fútbol profesional, llegaron ellos. En un campo de tierra, de aquellos de antes, en medio de Los Monegros, vino un señor a buscarme. Y allí empecé a entender lo que es el fútbol profesional. Allí me educaron en ese sentido. Es el club que me dio la oportunidad y soy una persona agradecida. Sin ese momento, seguro que ahora no estaría aquí. Pero más allá de eso, quiero ganar, y si es 4-0, mejor que 3-0", concluyó Agné.