El ultimo pensamiento

Cuando abrí los ojos, me impactó una luz cegadora, me he vuelto a dormir, pensé en voz alta.


Pero este sol no era como el de todos los días, no calentaba, solo iluminaba, era un foco de luz colgado en el techo azul del cielo.


Tampoco yo era el mismo de siempre, la habitual resaca, esa boca de esparto, mezcla de tabaco y orujo destilado casero, esa cabeza de plomo, esa habitual resaca que me visitaba regularmente sin mi permiso, pero a la que dejaba la puerta abierta día sin otro, esa resaca hoy era... bueno en realidad no era, se parecía, pero diferente..., desorientado, perdido, pero sin dolor físico.


De repente, me sentí ligero, sin cargas, sin preocupaciones, sin piel, sin músculos, sin dinero, sin familia, sin amigos, sin mi sobrepuerto, sin mi pirineo, todo el.. todo entero... que tantas veces había recorrido, sin mis cencerros de cobre y latón, sin mi cayata, sin mi boina, y peor... sin mi pañuelo.


Mire hacia abajo... y me di cuenta que seria la ultima vez...


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