“Fuimos pioneros. Hace 50 años no había ninguna otra fábrica de filtros”

El director de recursos humanos de mann+hummel ibérica, ?José María Alejandre, concibe esta empresa, más conocida como Filtros Mann y que cumple su 50 aniversario, como una gran familia bien avenida en la que la premisa ha sido siempre la defensa del empleo.

José Mª Alejandre, director de RR. HH. de Mann+Humm, con el libro de los 50 años de la fábrica.
José Mª Alejandre, director de RR. HH. de Mann+Humm, con el libro de los 50 años de la fábrica.
A. Navarro

¿Está satisfecho de trabajar 42 años en la misma empresa?


Han sido 36 años de Filtros Mann y el restante, hasta 42 que llevo en la empresa, de Mann+Hummel. Es lo mismo pero aquí en Zaragoza se nos conoce más por lo primero. Mi vida empezó en esta fábrica con 17 años, un contrato de aprendizaje y un trabajo de administrativo en una sección de matricería. A los tres años me pasaron al departamento de Recursos Humanos y llevo desde el 2000 como director. Cincuenta años dan mucho de si. Han sido años de mucho éxito para esta fábrica. Me siento una persona afortunada.


¿Cuáles han sido los principales momentos, los buenos y malos?

Los comienzos fueron lo más difícil, de 1965 a 1971. En noviembre de 1964 la empresa aragonesa Talleres Cataluña (Taca) supo aprovechar la inversión que la firma alemana Filterwerk Mann+Hummel quería tener en una planta en Zaragoza. Eso se gestionó con el socio y el fundador de Taca, el señor Julián Laudo, que tuvo la participación social mayoritaria de la nueva sociedad Taca Mann S. A., hasta el año 72 en que Mann+ Hummel adquiere el 90%. Entonces desaparece Taca Mann y pasa a denominarse Filtros Mann.


La fabricación de filtros fue algo muy innovador entonces, ¿no?


Sí, fuimos pioneros porque hace 50 años en España no había ninguna fábrica que hiciera filtros. Una anécdota que ponemos en el libro es que al principio se utilizaban los pelos de los burros de Peñaflor como elemento filtrante. Fue el primer filtro ecológico que se hizo. Pero al margen de anécdotas, 1968 fue un año muy complicado. El Gobierno español paralizó la concesión de nuevas tarjetas de transporte para camiones y eso supuso casi la ruina para Taca Mann. Menos mal que aprovechando una propuesta de Cuba, les fabricamos desde Zaragoza 5.000 carretillas para la recogida de caña de azúcar y 200.000 cocinas de campaña.


¿Estos pedidos se atendían sin desatender la fabricación de filtros para automoción?


Sí, también se hicieron arados para Argelia, pero esta línea para fabricar productos metálicos se abandonaría más tarde. En aquellos años se compaginó con la automoción y se fabricaban también equipos calefactores para el

Dodge Dart y la furgoneta J4 de Sava (Pegaso). Poco a poco, ya en la década de los 70, la cartera de clientes de automoción se fue ampliando con Fasa Renault, Morris, Alfa, Hispano Motor y más adelante, Seat o Chrysler, entre otros.


¿Entonces sería más fácil contar con el apoyo de los bancos?


No tanto como pueda creerse, pero he de decir que sí hubo un momento decisivo en 1976, cuando se incorporó Bankinter con el 10%. Supuso nuevas inversiones y afianzarnos dentro y fuera de España como una fábrica de referencia en el sector de la filtración. En la primera etapa, había unos 250 trabajadores y en esta hablamos ya de más de 500 y una facturación de 1.100 millones de pesetas.


¿Cuántos tienen ahora?


Actualmente, 720 trabajadores. El 80% fijos y el 20% temporales. Y en 2014 la facturación estuvo en torno a los 140 millones de euros.


¿Han sufrido etapas de mucha conflictividad laboral?


No. La primera dificultad la tuvimos con la crisis del 92. Nos pilló en agosto que nos íbamos de vacaciones, volvimos en septiembre y nos sobraba producción por todos los sitios. Entonces hubo que adaptar plantilla. Salieron unos 80 empleados mediante prejubilaciones, pero en los dos años siguientes volvimos a recuperar la misma plantilla con personas jóvenes.


¿Y no han sufrido ninguna huelga a lo largo de medio siglo ?


Si por algo se distingue Mann+Hummel en estos 50 años es que no ha tenido una hora de parada por una huelga propia. Nos ha tocado indirectamente por tema de huelgas generales. Pero siempre hemos sabido entendernos con los comités y los sindicatos y buscar soluciones. Somos una familia y más vale ser una familia bien avenida.


¿Dónde radica ese entendimiento?


Siempre ha habido un frente común en esta larga vida de relaciones y es la de salvar el empleo. Esta ha sido siempre nuestra premisa. Garantizar inversiones y empleo y después hablar de lo demás.


¿Cómo se le ocurrió hacer el libro?


Creo que era una obligación de los que hemos vivido tantos años en este entorno laboral hacer un libro como reconocimiento a las personas y a los clientes, en el que todo el mundo se viera representado.


¿Qué ha sido lo más difícil?


Todo lo que no se ha podido documentar no está. Es complejo. Hemos buscado el testimonio de trabajadores jubilados y de los directores generales. El primero fue el más emblemático, el que partió de un dibujo para crear una fábrica y generar hasta 800 empleos. Tuvo la visión del negocio y planteó la estrategia. Luego tuvimos dos directores alemanes que aportaron el espíritu alemán y el paso de la empresa familiar a la multinacional siendo la exportación el 50% de nuestras producciones. Y hoy de nuevo, con un director español, Javier Sanz, la misión es generar de una gran empresa del siglo XX un gran proyecto para el siglo XXI.