Empleo doméstico

"La ley no está de nuestra parte", dicen las trabajadoras de un sector precarizado que tiene sin regular el despido.

Salarios muy bajos. Roxana, una empleada del hogar, de nacionalidad rumana, que prefiere no dar su apellido, asegura que lo peor de este trabajo es la remuneración. "Te pagan lo mínimo. No llega a 700 euros porque te descuentan tu parte de cotización y encima no estás 8 horas sino 24, interna en una casa. Además, te incluyen las pagas extras y todo. Es un abuso", denuncia. "Los abuelos no son el problema. Les coges cariño", dice, sino "los hijos, que muchas ocasiones se niegan a pagarte el mes de vacaciones". Lleva en España siete años, tres con papeles, y ve "muy mal que te pases años trabajando en una casa y si te despiden no tengas derecho ni a la ayuda de 400 euros".


Precariedad. Una joven marroquí que no da sus datos porque no tiene papeles asegura que trabaja en casas cuidando de niños y mayores porque no tiene estudios. "Es lo único que sale y muchas veces por un salario de hambre. En mi caso, unos rumanos me han tenido a prueba quince días para trabajar en una casa y al final si me cogen me pagarán 200 euros al mes. Con eso, apenas se puede pagar el alquiler, por ello estoy buscando que me salga algo de interna, pero con la crisis está muy difícil".


No hay prestación por desempleo. Reyes Alvarez, que lleva dos meses sin empleo después de haber pasado los 13 últimos años trabajando para una familia, se queja de la falta de derechos. "La ley no está de nuestra parte. Tras años cotizados, no tengo derecho al paro y esa es mi queja". Aunque en su caso, dice, la preavisaron del despido y siempre la tuvieron en regla, "eso no quita para que ahora me vea en la calle y sin paro ni subsidio. No es justo", indica. "Y lo peor", asegura, "es que encima todo es legal".


Es un trabajo minusvalorado. Cecilia Pérez, empleada del hogar desde hace años en la misma casa, explica que su caso es una excepción: "Mi empleador no es mi jefe sino mi familia y siempre me ha tenido en las mejores condiciones". No obstante, por sus compañeras sabe que "en este trabajo si pueden evitar cotizar por ti, lo hacen". A su juicio, la sociedad "no valora lo suficiente un trabajo muy importante, como es cuidar de los niños y de los mayores". Aunque ella "ha tenido mucha suerte", critica que "la mayoría de las que conoce trabajan por horas y sin asegurar y no se atreven a decir nada porque las echan". "Para las empleadas del hogar, la igualdad está muy lejos", afirma.