Coscojuela de Sobrarbe consigue legalizar el aeródromo situado en una península de Mediano

La Dirección General de Transportes autoriza el campo y pone fin a la tramitación iniciada en 2002.

El aeródromo está rodeado por las aguas del embalse de Mediano
El aeródromo está rodeado por las aguas del embalse de Mediano
Rafael García/ Girolibre

La Dirección General de Transportes y Planificación de Infraestructuras del Gobierno de Aragón ha autorizado el establecimiento de un aeródromo permanente de uso restringido en Coscojuela de Sobrarbe, a 9 kilómetros de Aínsa. El emplazamiento tiene la singularidad de estar situado en una península del embalse de Mediano (Plampalacios, un pueblo anegado), en unos terrenos que la Confederación Hidrográfica del Ebro cedió al Ayuntamiento.


La autorización pone fin a un proceso administrativo iniciado en 2002 para aprovechar una antigua pista de aterrizaje de aeronaves contra incendios que se quedó en desuso. "Nosotros la mantenemos y la ventaja es que la podemos usar todos", comentó Jesús Perosanz, presidente del Club de Vuelo Pirineo Aragonés, encargado de su gestión.


En los últimos años se ha estado utilizando pero en situación de ‘alegalidad’, mientras se realizaban todos los trámites. "A partir de ahora, como ya es legal, podremos abrir nuestro centro de vuelo y organizar actividades, porque antes era utilizado por gente de otros aeródromos. Aquí se han hecho incluso concentraciones internacionales con el respaldo de Aviación Civil", explicó Perosanz.


El Ayuntamiento de Aínsa, del que depende el núcleo de Coscojuela, ha apoyado el campo de vuelo para incrementar su oferta turística. Con una extensión de 31 hectáreas, la ubicación es "espectacular" y las condiciones, "ideales", señaló el alcalde, José Miguel Chéliz. "Si entras de sur a norte, enfrente te encuentras el macizo de Monte Perdido", dijo, destacando que es el primero de la comarca de Sobrarbe.


Las ventajas se extienden a la aviación deportiva, "con más de 300 días buenos para volar, una pista de 730 metros que permite ser usada para aterrizaje de emergencia incluso de aviones de 8 plazas, baja altitud (530 metros), pero cerca del Pirineo y rodeado de agua por tres partes, lo cual proporciona un viento laminar y templa las condiciones meteorológicas", explicó el jefe de vuelos e instructor de la escuela que la empresa Girolibre tiene aquí. "He volado por medio mundo y es el emplazamiento más bonito que conozco", añadió. Solo la semana pasada hubo 44 tráficos.