Mara volvió a celebrar ayer los Idus de Marzo, fiesta con la que
conmemora su relevante papel en la historia. Ya que el asedio romano a este municipio de la ribera del Perejiles fue clave en la confección del actual calendario. Después de que en 2014 no se pudiera organizar por la desaparición de la
Fundación Segeda, este año los vecinos de la localidad han sido los promotores de una celebración que ya va por su decimosegunda edición.
La falta de dotación económica y los problemas financieros llevaron al patronato a disolver la fundación –de la que formaban parte el Ayuntamiento de Mara, la
–. Esa decisión conllevó un
, iniciativas entre las que se incluían La Vulcanalia y los Idus de Marzo.
En septiembre del año pasado, la Asociación Mara Celtibérica acordó en una junta general extraordinaria retomar ambas fiestas, que son las que en 2006 dieron origen a la creación de esta agrupación de vecinos y descendientes del municipio. Se trataba de dos citas que habían ido adquiriendo popularidad dentro y fuera de la comarca. Y
Ayer los vecinos de Mara
volvieron a revivir y a explicar la historia de forma lúdica y divertida, con actividades que animaron a visitar la plaza de este municipio de 178 habitantes. "Sería una pena dejar perder el esfuerzo y el trabajo de muchas personas durante once años", recordó Domínguez.
Los que acudieron a celebrar los Idus de Marzo
pudieron elegir entre comprar o solo pasear y curiosear entre puestos de artesanía y alimentación. También tenían la opción de meterse en la fiesta y convertirse en un tirador con arco, una tejedora o un orfebre, y si querían aprender con una conferencia se les explicaba cómo era la organización social celtíbera y las élites guerreras.
El ecuador de la jornada lo marcó una
comida popular y tradicional a base de lentejas con borraja, y ya por la tarde se disputaron las
primeras Olimpiadas Celtibéricas. Después, la hoguera de purificación volvió a ser "uno de los actos centrales porque supone la bienvenida al año nuevo", destacó Domínguez. La fiesta de ayer conmemora cuando Roma declaró la guerra a Segeda y se cambió el inicio del año de los idus de marzo a las calendas de enero.
Los hechos históricos
En su conquista de Hispania y durante la romanización de los pueblos que la ocupaban,
los romanos pusieron condiciones a quienes aquí vivían. Segeda –o Sekaiza, la ciudad de los Belos– se había hecho poderosa, y desoyendo esos pactos amplió sus límites,
acuñó su propia moneda y levantó una muralla, lo que llevó a Roma a declararle la guerra.
Corría el año 154 a. C., y si el asedio a esta ciudad del valle del Perejiles tenía que ser en primavera –por el clima más favorable–, la elección de los cónsules que mandarían las legiones no podía ser con los idus, en marzo.
Se adelantó entonces su nombramiento a enero y así se ganaron dos meses para desplazar a los soldados.
Como reivindicó Domínguez,
estos hechos "han puesto a Mara en el mapa". "Se ha dado a conocer la cultura de este territorio, y eso es importante para los pueblos pequeños", ya que ese patrimonio es uno de sus principales recursos. La asociación considera que si el yacimiento de Segeda fuera visitable sería un revulsivo, no sólo para la localidad, sino para toda la ribera del Perejiles.