Estercuel se reencuentra con su pasado al recrear la construcción del Convento del Olivar

El acuerdo entre el señor de Estercuel, Berenguer de Bardají, y Jaime Lorenz, General de la Orden Mercedaria, para la construcción del convento del Olivar es el punto de partida del IV Encuentro con la Historia, una fiesta con la que los vecinos de la localidad retroceden cinco siglos en el tiempo para profundizar en sus orígenes.

Aunque la meteorología no acompañó, más de un centenar de personas se desplazaron ayer hasta esta localidad turolense para asistir a las distintas representaciones teatrales, coordinadas por el padre Joaquín Millán, vecino de Estercuel e historiador. Cada dos años, Millán viaja hasta el municipio acompañado de 80 actores y tamborileros de la parroquia de la Merced de Lérida, que, junto con los vecinos del municipio, son los encargados de trasladar al visitante hasta el año 1513.

Además, la asociación Napoleónica Valenciana y su ‘Tercio Viejo de Lombardía’ ayudaron a dar más realismo a la escenificación. Salvas de honor, duelos a espada o combates renacentistas con rodela son algunas de las actividades que desarrolló el Tercio durante la tarde de ayer.

"Nieva un poco a ratos y eso nos está jugando una mala pasada, pero la gente está aquí y se ha volcado con la representación", apuntó Ángel Terrén, presidente de la asociación cultural Jóvenes Estercuelanos, que, junto con el Ayuntamiento del municipio y la Asociación para la Mejora de la Artesanía Tradicional y Actual (Amata), organizan estos encuentros con la historia. Precisamente, el mercado medieval es otro de los atractivos de la celebración, ya que los puestos ofrecen al público artesanía de autor. Para Terrén, la fiesta va ganando más peso con cada edición. "Solo en la comida popular hay apuntadas casi 300 personas. Teniendo en cuenta que en invierno vivimos 100 es una cifra importante", añadió. La fiesta comenzó en 2009 con la conmemoración del 800 aniversario de la liberación de Estercuel y Gargallo del domino de los Calatravos de Alcañiz. "Cada dos años recuperamos una parte de nuestro pasado y todo el pueblo trabaja en ello", señaló José Lahoz, alcalde de la localidad, que destacó que los vecinos invierten más de un mes en preparar todas las actividades. Pero en este evento cultural no solo hay espacio para la historia. La música, el malabarismo, las demostraciones de armas antiguas y los talleres para los niños también tienen su protagonismo.