Un aragonés lidera el primer laboratorio nacional centrado en metástasis cerebral

El Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ficha a Manuel Valiente
El científico descubrió, junto a Joan Massagué, el proceso que causa estos tumores

Valiente ya trabajar en el CNIO y está a la espera de ampliar su equipo.
Valiente ya trabajar en el CNIO y está a la espera de ampliar su equipo. cnio
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Soñaba con tener su propio laboratorio, con liderar a un grupo superespecializado en las metástasis cerebrales. Y lo ha conseguido. Manuel Valiente Cortés (Zaragoza, 1980), el científico que empezó su meteórica carrera en las aulas de la Facultad de Veterinaria, es el nuevo fichaje estrella del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas Carlos III (CNIO). Este discípulo aventajado del bioquímico español Joan Ma-ssagué (que dirige el prestigioso Instituto Sloan Kettering de Nueva York) ya vuela solo y encarna la esperanza de hasta un 30% de los pacientes con cáncer, por desgracia candidatos a desarrollar una metástasis en el cerebro. Todos ellos sufren ahora un descorazonador pronóstico: no hay tratamiento efectivo para un mal que, además, va acompañado de numerosos déficits neurocognitivos.


Valiente devuelve su talento a España, y lo hace con un importante regalo bajo el brazo: el primer laboratorio nacional dedicado exclusivamente a la dolencia. Su aterrizaje tiene aún más valor porque hay muy pocas unidades en todo el mundo que se dediquen a esto. "Queremos ser un laboratorio líder en el mundo en este campo. Junto a investigadores clínicos, trabajaremos para generar nuevas oportunidades y tratamientos, y el CNIO es el lugar ideal para hacerlo", asegura este científico.

Una carrera de fondo

Su prioridad va a ser entender cómo las células metastásicas llegan al cerebro, cómo son capaces de vivir allí y ver qué mecanismos lo permiten. "Queremos descubrir cuáles son sus puntos débiles para generar nuevas oportunidades que nos permitan frenar el incremento de este tipo de metástasis que no responde a los tratamientos actuales y afecta a un órgano tan fundamental como el cerebro", explica. "Además, tenemos un plus: conocemos el campo de la neurociencia y aplicaremos nuestro conocimiento del sistema nervioso".


El mayor de los logros de Valiente sería descubrir nuevos fármacos o catalizadores capaces de inhibir las defensas de las células cancerígenas resistentes. Eso supondría encontrar una cura o, al menos, lo más cercano a ella. "Pero no voy a engañar a nadie, no van a pasar dos años y vamos a encontrar un tratamiento eficaz. Este camino es largo y difícil y seguramente nos enriqueceremos con los hallazgos de otros, al igual que a otros les servirán los nuestros. Si la pregunta es si quiero lograr esta meta, la respuesta es sí, pero es una carrera de fondo", precisa. Por ejemplo, ellos trabajan con ratones y estudian los genes que intervienen en estos procesos. Pero luego esto debe trasladarse a biopsias humanas y lidiar con un enemigo real: cada metástasis tiene una peculiaridad, y hay tantas como pacientes.


La mitad de los casos de metástasis cerebrales proceden de tumores primarios originados en el pulmón y en la mama, y en menor medida en localizaciones como piel, riñón o colon. Muchos tratamientos que funcionan bien en otros órganos no lo hacen bien en el cerebro, y esto ocurre, por ejemplo, con la quimioterapia. Por eso, el cerebro es considerado por algunos investigadores como un ‘santuario’ para experimentar.


El laboratorio arranca con un grupo reducido: el propio Valiente, y dos estudiantes de doctorado a los que se sumará un ‘postdoc’ próximamente. La financiación será uno de sus caballos de batalla y, lamentablemente, la crisis no ayuda. Pero Manuel Valiente ya se está ocupando de ello: está a la espera de conocer los resultados de varios proyectos que ha solicitado, tanto nacionales como europeos, y que están centrados en tratar de entender por qué el cáncer metastatiza en el cerebro. Además, mantiene contacto con el equipo de Massagué (por la continuación del estudio que le dio a conocer). La vocación del grupo es acabar siendo un equipo fuerte y de referencia internacional.


El científico lleva una carrera meteórica. Terminó Veterinaria en Zaragoza y decidió enfocar su carrera hacia la investigación de enfermedades humanas. Hizo su tesis en el Instituto de Neurociencias de Alicante, especializándose en el establecimiento temprano de circuitos neuronales durante el desarrollo. En 2009, se sumó al equipo de Joan Massagué, en Nueva York, para estudiar las metástasis.