La población reclusa sigue en descenso en Aragón, mientras se reforman y amplían las cárceles

Los trabajadores de prisiones denuncian que llevan años trabajando con plazas sin ocupar.

Centro Penitenciario de Zuera.
La población reclusa sigue en descenso en Aragón, mientras se reforman y amplían las cárceles
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Las cárceles aragonesas comenzaron el 2015 más vacías que en los últimos doce años. A los cambios legislativos que redujeron las penas por tráfico de drogas en 2010 se le ha sumado el descenso generalizado de población que han mantenido las provincias aragonesas en los últimos años. Una amalgama de circunstancias que ha llevado a que durante el pasado mes de enero las prisiones de Zuera, Daroca y Teruel albergaran en sus módulos a 2.158 internos, casi 500 menos que los que había cuando las instituciones penitenciarias guardaran al máximo número de reclusos, en 2010.


En total, durante el último lustro la población reclusa en la Comunidad ha bajado casi un 18%, una situación que no exclusiva de Aragón, pero que sí que se ha dado con más fuerza que en el resto del país, donde el descenso ha sido de un 15%, pasando de 76.215 internos a comienzos del 2010 a 65.039 según los últimos datos ofrecidos por el Ministerio del Interior.


Se reduce el número de presos, pero también el número de funcionarios. “La diferencia de efectivos reales y de los que se supone que está dotada la relación de planes de trabajo es muy amplia” señalan desde el sindicato Acaip, donde explican que hay numerosas plazas que debido a traslados para cubrir prisiones donde aún hay más déficit de personal y comisiones de servicios el número de funcionarios en las cárceles aragonesas-especialmente en la de Zuera- sigue siendo muy endeble pese a la bajada del número de reos. Escenario al que además se suma la llegada de personal mediante contratas, como ya se está dando con la seguridad privada.


Según los datos que maneja la delegación del sindicato en Aragón, una de las áreas que más está notando este descenso es el personal sanitario. De los siete psicólogos con los que cuenta la relación de puestos de trabajo de la cárcel de Zuera, solo prestan servicio en la actualidad cuatro de ellos y de los nueve médicos tan solo hay seis. Una situación que según explican “podría ser crítica”, de haberse mantenido el número de presos que había en los últimos años.La población reclusa extranjera, la que más ha descendido


Pese a que no hay datos de 2015 sobre la nacionalidad de los internos en los centros penitenciarios aragoneses, en toda España la cifra de reclusos extranjeros se ha reducido en más de 27% por el apenas 7% que ha descendido el número de internos nacionales.


El motivo, además del descenso generalizado de población extranjera en los últimos años, radica en la posibilidad de conmutar los delitos inferiores a seis años -siempre que sea posible- por la expulsión del país, circunstancia que apuntaló la reforma penal promovida por el Gobierno de Zapatero en 2010 que redujo las condenas a narcotraficantes menores de nueve a seis años. Como consecuencia, muchos extranjeros que antes superaban la barrera de los seis años para contemplar la expulsión ahora pueden acogerse a ella si así lo desean.Ampliación en Teruel y reformas en Daroca


A pesar del descenso, la cárcel de Zuera sigue siendo una de las más saturadas del norte de la península, con una oscilación entre los 1.590 y los 1.600 presos para 1.008 celdas. Datos que mejoran, sin embargo, la tasa de hacinamiento de años atrás, cuando el centro llegó a alojar a casi dos mil reclusos.


Por su parte, en Teruel, la prisión lleva siendo ampliada desde hace casi tres años. Tras la finalización de los trabajos que se prevé para este curso -y que partieron con un presupuesto de 23 millones de euros- la cárcel turolense contará con capacidad para albergar a 440 internos, prácticamente el doble de los que tiene ahora. Mientras, en Daroca, se lleva varios meses reformando las instalaciones, unos trabajos que estaban previsto que finalizaran durante el año pasado, según señala el último Informe Anual del Defensor del Pueblo, pero que se están alargando, como en muchos otros centros, más allá de los planificado.