Gustavo Alcalde niega el abandono que denuncian los alcaldes de los pueblos afectados

El delegado del Gobierno dice que es "mentira" que no se hayan pagado las ayudas de la riada de 2013.

El delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde en una imagen de archivo.
Gustavo Alcalde niega el abandono que denuncian los alcaldes de los pueblos afectados

El delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, ha negado que durante la crecida del Ebro se haya producido el "abandono" que han denunciado los primeros ediles de distintas poblaciones zaragozanas tanto de la Ribera Alta como de la Ribera Baja.


Alcalde ha calificado en rueda de prensa en Zaragoza la crecida del Ebro como una catástrofe en la que la norma ha sido "la organización" cuando lo habitual es que sea "el caos" y ha afirmado que en los días de mayor riesgo llegó a haber hasta 1.160 personas de los distintos operativos trabajando.


También ha afirmado que es "mentira" y "rigurosamente falso" que no se hayan pagado las ayudas de la riada del 2013 porque lo único que queda pendiente de liberar es "un 15 %" y lo está porque o bien no se han presentado todos los papeles, en alusión al anexo 3, o "no lo ha liberado Hacienda", ya que se han pagado hasta el momento 1,9 millones de euros.

A este respecto ha añadido que "ni un solo Ayuntamiento" se ha dirigido a la Delegación para consultar la situación de ese 15 % pendiente.


Además, se ha referido a la aprobación del real decreto ley de ayudas por parte del Gobierno central para paliar los efectos de las últimas inundaciones, que asciende a más de 100 millones de euros y, según ha insistido, "mejora los aprobados en 2005 y 2007 por el anterior Ejecutivo".


Además, ha recordado que, con este decreto, se abre la posibilidad de eximir del estudio de impacto ambiental para las zonas de obras o la limpieza del río que reúnan determinados "requisitos".


Asimismo ha resaltado el trabajo realizado por los funcionarios de la Confederación Hidrográfica del Ebro que con su labor de embalsado y desembalsado fueron capaces de "laminar hasta 800 metros cúbicos por segundo de agua", que podían haberse sumado a los 2.600 que llegó a haber en la punta de la crecida lo que podía haber sido más grave.


Gustavo Alcalde ha vuelto a señalar que en esta ocasión el río se ha comportado de "una manera distinta" a anteriores avenidas, con algunos datos que no concordaban como los que se dieron a su paso por Castejón (Navarra) y los que se midieron en Zaragoza.


A su juicio, será necesario "hacer un análisis del comportamiento del río", ya que "hay cosas que han salido como no se esperaba y hay que estudiarlo".


Ese análisis deberá realizarse con "detenimiento y contemplar las cosas que se han realizado "a lo largo de los años" y también "como se han hecho".


Además ha emplazado a la aprobación de un plan integral del río en el que se deberán establecer las prioridades de protección en el que tendrán que ser en primer lugar las personas, después el patrimonio y luego ser respetuosos con el medio ambiente.


Sobre la posible calificación de desastre natural de esta crecida ha argumentado que se deberá hablar con la Unión Europea que "está implicada" a la vez que ha dicho que habrá que "esperar y tener paciencia".