La cesión de una paridera a un vecino enfrenta a PPy PSOE en Almudévar

El alcalde permite el uso provisional de una propiedad municipal mediante un decreto, pese a los reparos puestos por la secretaria del ayuntamiento.

La cesión provisional de una paridera de propiedad municipal a un particular ha elevado la tensión política en el Ayuntamiento de Almudévar, a dos meses y medio de las elecciones. El PP ha puesto a disposición de los vecinos la documentación que acredita, según su portavoz, Julio Riverola, las "irregularidades" cometidas por el alcalde socialista, Antonio Labarta, al permitir que un particular instale unas caballerizas en terrenos municipales. Según ha denunciado el PP, el expediente incluye un informe de la secretaria municipal advirtiendo de que la cesión es ilegal. "A pesar de ello, el alcalde firmó el decreto por el que cedía la parcela a un particular", una actitud, según Riverola, "rayana en la prevaricación".


El alcalde no niega los hechos, es más, confirma las objeciones puestas por la secretaria, pero justifica que la cesión es provisional y que se realizó "por hacerle un favor a un vecino", sin perjudicar los intereses del ayuntamiento.


Los terrenos en discordia corresponden a una paridera en desuso que heredó el Ayuntamiento junto a otras propiedades de una Sociedad Agraria de Transformación (SAT), a un kilómetro del casco urbano de la pedanía de Valsalada. Según Antonio Labarta, un vecino de Almudévar pidió la cesión provisional para guardar diez caballos mientras construye al lado una explotación equina. La secretaria del ayuntamiento pudo reparos a la cesión al tratarse de un bien municipal, pero aún así el alcalde la concedió mediante la firma de un decreto el pasado 30 de diciembre. "No supone un agravio, también dejamos locales a la asociación de vecinos o a la banda de música. Estamos para dar servicio a la gente siempre que no perjudiquemos el bien común", argumentó.


Tras la polémica, que Labarta atribuye a la cercanía de la campaña electoral, el usuario de la paridera se ofreció a dejarla, pero el alcalde le insistió en que se quedara, eso sí, solo por unos meses.