El éxito es un mecanismo bien engrasado

Grupo Técnico Rivi desarrolla, fabrica, comercializa, instala y hace el mantenimiento de sistemas de lubricación industrial.

Ricardo Almenara, gerente de Grupo Técnico Rivi, en la sede, en María de Huerva.
El éxito es un mecanismo bien engrasado
Aránzazu Navarro

Dicen los expertos que internacionalizarse e invertir en investigación y desarrollo son claves para el futuro de una empresa. En Grupo Técnico Rivi lo tienen claro, y han recorrido un gran trecho desde que en 1991 dos socios, Ricardo Almenara y Manuel Vicente Laviña, abrieran su primera oficina en la localidad zaragozana de Casetas. "Empezamos haciendo lo que sabíamos hacer: equipos de lubricación y sistemas dirigidos a todo tipo de industrias, de todos los sectores", recuerda Almenara, quien señala que enseguida se dieron cuenta de que iban a necesitar unas instalaciones más grandes. Así acabaron en María de Huerva. "Fuimos la primera empresa en venir al polígono", explica el gerente.


Almenara cuenta que, poco a poco, fueron sesgando su actividad, principalmente "a los sectores ‘oil & gas’, energía e industria pesada, sobre todo papelera, siderúrgica, cemento y minería".


En 2003, se convirtieron en ‘partner’ de la empresa alemana Lincoln (luego absorbida por SKF), cuyos productos utilizan en sus sistemas y comercializan en exclusiva en la península Ibérica. Con SKF Lincoln "nos dirigimos de forma prioritaria a la energía eólica, aunque tocamos todos los tipos:ciclo combinado, térmica, hidroeléctrica", enumera. Entre las empresas con las que trabajan están Alstom, Gamesa, Acciona o Vestas, pero también petroleras como Repsol, Cepsa, Petronor, Pemex (México), Petrobras (Brasil) o Ecopetrol (Colombia).


Cuando llegó la crisis, en 2007, los pilló en pleno proceso de expansión y salida al mercado exterior con el programa PIPE del Icex. "Hubo que poner dinero para estar en la línea de salida, pero resultó bien", recuerda Almenara. Hoy, la empresa tiene en cartera más de 2.000 clientes y ha hecho más de un millar de instalaciones, "todas distintas, porque trabajamos a proyecto, no fabricamos para tenerlo en las estanterías", aclara.


Además, han apostado fuerte por la investigación, invirtiendo un millón de euros en los últimos cinco años en desarrollar novedades como un sistema de lubricación para catenarias de trenes de alta velocidad que evita problemas en zonas húmedas y frías (vendido ya a ADIF y que esperan que tenga éxito con el TGV francés y el tren bala de Japón), o una ‘línea doble inteligente’ que permite monitorizar y optimizar la lubricación en la producción de azúcar de caña.


Pero "la joya de la corona" –dice el gerente– es un sistema nuevo de niebla de aceite llamado Lubricairless, que reduce de forma espectacular el uso de aire comprimido, ahorrando energía y abaratando costes. Este proyecto, que ha contado con la intervención de Itainnova, lo han presentado al programa Horizonte 2020 de la UE, destinado a financiar investigación e innovación de 2014 a 2020.