El dicho ‘comprarse una isla para perderse’ es hoy posible a unos precios que, aunque altos, no son excesivamente exclusivos. A ello se añade la comodidad de que la operación pueda realizarse a través de internet, desde el salón de casa o tirado en la cama. Eso es lo que han hecho esta semana dos millonarios a través de Taobao, la web de ventas china más importante, propiedad del gigante Alibaba.

En menos de doce horas fueron subastadas en este portal tres de las cuatro islas puestas a la venta, según recoge el diario ‘China Daily’. Las ínsulas que concurrieron a la subasta están ubicadas en el paradisiaco archipiélago de Fiji, en Grecia, en el Reino Unido y en Canadá. Las cuatro no tienen nada que ver entre sí. Lo único en que coinciden es que parecen deshabitadas y que cuentan con una superficie suficiente para que los nuevos propietarios puedan sentirse dueños y señores de sus islotes.

La puja comenzó el pasado miércoles. Para ello solo había que hacer un depósito de 1.000 yuanes –unos 146,5 euros al cambio–. En la subastas participaron 48 postores. A excepción de la isla ubicada en aguas del Reino Unido, que tenía un precio de salida de 4 millones de yuanes –588.000 euros–, y que no se vendió, las otras tres contaban con un precio inicial de solo un yuan –0,15 euros–. Tal vez la dureza del clima del Atlántico norte echó para atrás a los interesados por el terruño británico. Al término de la subasta, los compradores de las otras dos islas resultaron ser dos ciudadanos chinos.

Según informa el rotativo, la isla de Fiji, rodeada de atolones coralinos, de playas de arena fina y blanca y con una pequeña jungla en su parte central, fue adquirida por un hombre de negocios de la provincia de china de Zhejiang. Pese al bajo precio de partida del islote, este hombre tuvo que desembolsar la friolera de 5 millones de yuanes –736.000 euros–, tal como apuntaron desde la empresa inmobiliaria Ilongterm, con sede en Pekín, que fue la que promovió la subasta en la red.

Sin embargo, esta propiedad tiene un importante pero. Al igual que una plaza de garaje en un aparcamiento municipal para residentes en España, este ejecutivo chino solo adquirió la titularidad de derechos de propiedad del islote durante los próximos 99 años.

Por su parte, las islas ubicadas en Grecia y Canadá fueron adquiridas por un magnate de la construcción en la provincia de Yunnan. El empresario desembolsó 4,8 millones de yuanes –706.500 euros– por la isla griega y 1,7 millones de yuanes –250.000 euros– por la canadiense. La primera es una amplia extensión plana y ligeramente acantilada en su perímetro, en aguas del Egeo. En ella el comprador tendrá que poner un buen toldo para protegerse del sol de justicia que azota estas aguas durante el verano. La segunda, al igual que ocurría con la isla británica que no se vendió, forma parte de un archipiélago y cuenta en su parte central con una buena elevación bien arbolada. En todo caso, parece ser un lugar poco habitable durante los inviernos. Ilongterm tendrá ahora que facilitar la visita de los adjudicatarios a sus respectivas islas para que las inspeccionen ‘in situ’. Una vez comprobado el acierto de la inversión se realizará el típico papeleo, como el pago de impuestos, las escrituras y la inscripción en los registros de los nuevos dueños.

Para todos los interesados, la misma inmobiliaria tiene previsto poner a la venta más islas en dos nuevas subastas en Taobao, una a finales de este mes y la otra, en mayo.