García Tejerina: «Habrá nuevas medidas y más partidas en los presupuestos si es necesario»

La responsable ministerial valora el impacto y las consecuencias de la crecida del Ebro y explica las actuaciones del Gobierno central.

Isabel García Tejerina en su despacho del Ministerio, este jueves
García Tejerina: «Habrá nuevas medidas y más partidas en los presupuestos si es necesario»
Enrique Cidoncha

La cuenca del Ebro ha vivido una dura semana, con campos anegados, ciudadanos desalojados e infraestructuras con afecciones. ¿El resultado era inevitable ante una crecida de esta magnitud o había formas de haberlo minimizado?

Las precipitaciones que han provocado la crecida del Ebro han tenido un carácter absolutamente extraordinario. Desde enero, las lluvias han sido continuadas. Hay zonas en las que ha llovido en 40 días lo que en todo un invierno normal. Y se ha sumado, además, un deshielo temprano. Esto ha provocado cuatro puntas consecutivas de caudal, cuatro avenidas, sin que se haya podido entrar a hacer trabajos de reparación y contención entre una y otra. Pero las riadas habrían sido mucho más graves si no hubiéramos contado con la capacidad de regulación de los embalses.


¿Qué función han tenido los embalses ya existentes?

El de Yesa y el de Itoiz, junto con el embalse del Ebro, han permitido laminar la punta de la crecida en 800 m3/segundo. Esta infraestructuras son imprescindibles para prevenir este tipo de episodios; pero no se improvisan. Por eso, este Gobierno apuesta por las infraestructuras hidráulicas, que son necesarias para atender las necesidades de la población, para la protección medio ambiental y para prevenir inundaciones.


¿Cuándo consideran que la cuenca volverá a la normalidad?

Aún es pronto para saberlo. No ha terminado este periodo complicado, ya que queda mucha nieve en las montañas, y hemos de seguir muy atentos a la evolución. Pero estamos preparados para intervenir tan pronto como sea posible, y para seguir evaluando daños.


¿Trabajan ya sobre las zonas afectadas?

Tenemos personal de Tragsa desplegado en el terreno para acometer las reparaciones más urgentes; y trabajamos para tomar todas las medidas necesarias con la máxima agilidad. Además, en cuanto sea posible, comenzaremos un estudio para analizar la nueva morfología del Ebro tras estas inundaciones, localizando los puntos donde hay que actuar con limpiezas y donde hay que reforzar las protecciones.


¿Qué actuaciones ha tomado y prevé tomar el Ministerio?

Desde el primer momento, las Confederaciones Hidrográficas han estado en permanente contacto con las delegaciones y subdelegaciones de Gobierno, con Protección Civil y con los ayuntamientos, para aplicar los protocolos de actuación y actualizar la valoración de daños. Además, este mismo viernes, el Consejo de Ministros ha aprobado un real decreto-ley que permite que el Ministerio disponga de 70 millones de euros para reparar los daños ocasionados por los temporales. Pero se trata de un decreto abierto, de manera que se puedan añadir actuaciones conforme se vaya actualizando la valoración de daños.


¿Se han planteado reforzar el personal para establecer el alcance de los daños en las diferentes propiedades?

Sí, hemos reforzado los equipos de peritación de daños para que las indemnizaciones a través de los seguros agrarios sean lo más ágiles posibles. Cada año, el Gobierno destina 200 millones de euros al sistema de seguros agrarios, que es la mejor herramienta de prevención para agricultores y ganaderos contra los desastres naturales. Pero a medio y largo plazo, es fundamental mantener el impulso a las infraestructuras hidráulicas de regulación. En Aragón, seguiremos avanzando en las obras del Pacto del Agua, que se encuentran ya a 80% de ejecución.


¿Tiene una primera evaluación de daños?

Como le decía, tenemos una estimación inicial de 70,1 millones de euros para el conjunto del territorio nacional, de los cuales 14,2 millones de euros corresponden a Aragón. Pero el decreto está abierto para cubrir los daños que vayan apareciendo cuando desciendan los caudales y tengamos una valoración definitiva.


¿Qué destaca de la norma recién aprobada por el Consejo de Ministros y cuál es el objetivo que se busca?

Contiene medidas para reponer los daños causados por la riada, con reparaciones de infraestructuras de defensa, reparaciones de secciones de desagüe que permitan la circulación de caudales ordinarios y actuaciones de limpieza de cauces. Se trata de actuar para recuperar la normalidad lo antes posible, además de establecer las indemnizaciones necesarias por los daños producidos. Y, más allá de lo ya aprobado, se habilitarán nuevas medidas y nuevas partidas presupuestarias si fuera necesario, en función de los daños que se valoren.


¿Qué pueden esperar del decreto de ayudas los agricultores y el resto de colectivos afectados por la riada?

En cuanto a los agricultores, cerca del 70% de las parcelas que hay en las zonas afectadas están aseguradas. En concreto en la provincia de Zaragoza, el seguro agrario tiene un nivel de implantación del 90% en frutales, del 64% en uva de vinificación y del 60% en cereales. El decreto también contempla ayudas en los casos de daños no asegurables, como caminos particulares de explotaciones que hayan quedado intransitables. Además, aquellos agricultores que no habían suscrito el seguro agrario por no haber comenzado la siembra, pero sí lo habían hecho en la última campaña, también serán indemnizados.


¿Se sabe ya cuándo empezarán a recibirse las primeras ayudas?

La norma establece un plazo de dos meses para que los afectados puedan presentar sus daños y reclamar las ayudas que les correspondan. En el caso de los seguros agrarios, tenemos el compromiso de Agroseguro de reforzar los equipos de peritación, con el fin de abonar las indemnizaciones lo más rápido posible.


Hay alcaldes de pueblos afectados que han denunciado que la regulación del Ebro se centra más en proteger a la flora que a los ciudadanos que viven a su lado. Además, usted ha hablado de la posibilidad de revisar la legislación ambiental. ¿Tiene ya decidido el Gobierno si lo hará?, ¿hasta dónde se puede llegar?

La seguridad de las personas y de las poblaciones es prioritaria. Cualquier norma o protección ambiental debe quedar supeditada a este principio. Una legislación medioambiental correcta es la que protege a las personas al proteger su entorno. Vamos a trabajar con las Comunidades Autónomas para valorar entre todos si la normativa medioambiental debe revisarse. En esta legislatura, ya hemos dado un paso importante con la nueva Ley de Evaluación Ambiental. Y, en esa misma línea, el real decreto aprobado el viernes prevé expresamente que el Consejo de Ministros pueda exceptuar las obras de emergencia de la evaluación ambiental, permitiendo así su ejecución inmediata.


¿En qué plazo se podría ejecutar una hipotética limpieza real del cauce en algunos tramos del Ebro?

La limpieza del río es una actuación muy importante, pero lo que realmente permite laminar las avenidas son las grandes infraestructuras hidráulicas, que son una prioridad para este Gobierno.


¿Y cuándo van a empezar las reparaciones en el cauce?

Las reparaciones más urgentes se van a ejecutar de manera inmediata, siempre que el terreno permita la entrada de máquinas para poder llevar a cabo los trabajos. Y, una vez que baje el caudal, se revisarán las motas y las infraestructuras de seguridad para estudiar la morfología de cauces y plantear actuaciones de limpieza selectivas. Además, la Confederación Hidrográfica ya ha elaborado un anteproyecto de zonas con potencial de extracción periódica de sedimentos en el tramo medio, para mejorar la sección de desagüe. Pero insisto en la importancia de estudiar cómo ha quedado el río tras esta crecida, para poder conocer y abordar las nuevas necesidades.


¿Qué le ha parecido el papel de la CHE en esta crisis?

Hay que agradecer el trabajo de los funcionarios y técnicos para gestionar esta crecida extraordinaria del Ebro, tanto de la Confederación Hidrográfica como de la Unidad Militar de Emergencias, Guardia Civil, bomberos, policía, voluntarios de protección civil. Me refiero a más de mil personas que están haciendo una inmensa labor para minimizar los daños lo más posible. He visitado esta semana el centro de Sistema Automático de Información Hidrológica de la Confederación, en Zaragoza, y tuve la ocasión de agradecer a sus técnicos el intenso trabajo realizado durante más de 40 días muy difíciles, en los que la gestión de embalses ha jugado un papel fundamental para reducir la punta de la crecida.


¿Hay forma de evitar que esto vuelva a suceder?

Hay que recordar que, en este caso, se han sucedido cuatro avenidas consecutivas y de una magnitud extraordinaria. En cuanto a las lluvias, por ejemplo en Navarra no se daba un mes de febrero tan lluvioso desde hace 136 años; y en algunas zonas se ha adelantado el deshielo. Son episodios extremos que no están sujetos a predicciones. Pero además de trabajar para minimizar sus efectos y paliar los daños que se han producido, es imprescindible tomar medidas a medio y largo plazo. Por eso es tan importante impulsar infraestructuras hidráulicas que son necesarias para prevenir estas situaciones, para proteger a las personas y para cuidar el medio ambiente.