El veto ruso reduce entre 2 y 6 millones al mes las ventas internacionales de alimentación

Pese a intentar acceder a nuevos mercados, el cierre de fronteras ruso ha provocado una caída generalizada de los precios.

Protesta de los agricultores aragoneses para pedir ayudas por el veto ruso
El veto ruso reduce entre 2 y 6 millones al mes las ventas internacionales de alimentación

Hace unos días se conocía que 2014 volvió a ser un nuevo año récord para las exportaciones aragonesas. La comunidad vendió al exterior por valor de 9.390 millones de euros, un 5,9% más que el ejercicio anterior, marcando una nueva cima su balanza comercial. Sin embargo, el sector agroalimentario aragonés, uno de los más pujantes más allá de nuestras fronteras en los últimos años, sufrió un serio retroceso durante el final del año debido a los efectos del veto ruso.


Seis meses después de que el gobierno de Vladimir Putin decidiera cerrar la puerta a buena parte de los productos alimentarios procedentes de la eurozona, Estados Unidos, Australia, Canadá, Japón o Noruega como respuesta a las sanciones impuestas por su intervención en Ucrania, la cicatriz del veto ruso en el sector primario aragonés se muestra por sí misma. Según los datos publicados por Aduanas a finales de la semana pasada, el montante del comercio internacional de los productores de fruta y hortaliza y de las empresas agroalimentarias aragonesas se redujo en casi 18 millones de euros tan solo entre agosto y diciembre del 2014.


La reducción del mercado internacional al cerrarse la ventana rusa ha provocado que la producción de varios países europeos como España, Francia o Polonia tuvieran que buscar contra el reloj una rápida salida a sus productos, situación que ha provocado una caída de precios “generalizada” con el fin de entrar de una forma u otra en nuevos mercados.


“El problema del veto ruso se ha notado sobre todo a nivel de precio. El producto ha salido pero con unos precios que no tienen nada que ver con los del 2013”, explica Ignacio Domingo, gerente de la Asociación de Industrias Agroalimentarias de Aragón. Una muestra de ello es que Aragón mandó al exterior desde la instauración del veto ruso 19.000 toneladas más de frutas, hortalizas y cereales que el año pasado, pero recibiendo por ello 7,8 millones de euros menos.


“El sector de la fruta ha salido realmente tocado. Y lo peor es que no sé si el Ministerio y la Administración se están dando cuenta de ello”, señala Vicente López, representante del sector de la fruta en Uaga, organización que hace unos días se manifestó frente a la Delegación del Gobierno en Aragón para exigir medidas "a corto plazo y efectivas" para el sector frutícola ante los efectos provocados por el veto ruso y que ha solicitado al Gobierno de Aragón una comparecencia en las Cortes.


“Se han aprobado ayudas y contamos con el compromiso de la DGA de que se está trabajando para introducir rebajas en los módulos del IRPF y líneas de crédito blando, pero las retiradas de fruta llegaron tarde y no fueron efectivas. El sector está muy mal, hay muchas explotaciones que están verdaderamente endeudadas, la renta agraria ha descendido en torno a un 30% debido a los precios, y el problema es que aunque las ayudas europeas se aprueben si no llegan a tiempo se puede poner en riesgo la campaña de 2015”, explica López, quien hace hincapié la importancia del sector de la fruta en la Comunidad, que da empleo directo durante la época de recogida a 15.000 personas como temporeros y mueve hasta 350 millones de euros en volumen de negocio.

La búsqueda de nuevos mercados avanza, pero “llevará su tiempo”


Pese a esto, los efectos del temido veto han conseguido ser medianamente salvados gracias a la entrada de nuevos mercados que hace apenas un año tenían mucha menos demanda de productos alimentarios aragoneses. De hecho, de una caída en las exportaciones cercana a los seis millones de euros durante el mes de agosto, las pérdidas se quedaron en poco más de dos millones de euros en el mes de diciembre, el último contabilizado. Mal menor que se ha conseguido gracias a que países como Argelia, Egipto y otros estados árabes han ampliado sus importaciones en el último semestre, aunque tanto agricultores como empresarios coinciden en que consolidar nuevos mercados “llevará su tiempo”.


Precisamente para avanzar en este difícil campo, hace unas semanas Aragón Exterior y la Cámara de Comercio de Huesca iniciaron una campaña para estrechar lazos entre posibles compradores de los Emiratos Árabes Unidos y productores de fruta de Fraga.


“Se está trabajando y con buenos resultados, pero no es algo que se pueda conseguir en un día ni en cuestión de unos pocos meses. Más aún teniendo en cuenta que el mercado ruso estaba demandando cada vez más productos y costará afianzar países con tanta capacidad adquisitiva”, explica Domingo.