Como consecuencia de las lluvias y de los deshielos de primavera, Requena no descartó que se produzca en los próximos un incremento en el caudal del Ebro, pero quiso dejar claro que en ningún caso será de magnitud.

Así lo señaló el delegado de la Aemet al ser preguntado en rueda de prensa por la posibilidad de que el episodio de lluvias que va a afectar de forma generalizada a toda la península a lo largo de toda una semana pudiera provocar un nuevo episodio de crecidas en el río Ebro.

Según Requena, quien compareció ante los medios para presentar el avance del tiempo de la próxima primavera, aunque este cuadro de precipitaciones conllevará también nevadas no será en cotas bajas. De esta forma, explicó, "la fusión de la nieve no va a ser tan significativa" como para provocar nuevos problemas en los municipios ribereños.

Según recordó, la última avenida del Ebro, que anegó 19.200 hectáreas de terreno en Aragón, fue consecuencia de la fusión de la nieve que había en cotas altas del Alto Ebro unida a importantes precipitaciones que llegaron a dejar entre 300 y 400 litros por metro cuadrado en una semana y hasta 800 en algunas zonas en el periodo de un mes. Tal y como se aseguró en su día por las distintas administraciones, en Navarra, por ejemplo, no se recordaba un episodio de precipitaciones igual desde que había registros. Sin embargo, se calcula que durante esta semana el volumen de precipitaciones rondará entre los 10, 15 y 20 litros por metro cuadrado.