Las captaciones alternativas al Gállego de ocho pueblos costarán unos 7 millones

La DGA dispondrá este mes del estudio para evitar la contaminación por lindano del agua en 14 localidades, que será enviado al Ministerio de Medio Ambiente para pedir financiación

El Instituto Aragonés del Agua (IAA) espera disponer a final de mes del estudio de los abastecimientos alternativos de casi una docena de pueblos que beben del río Gállego, afectado en los últimos meses por la contaminación del lindano procedente del vertedero de Bailín (Sabiñánigo). Este episodio, que obligó a prohibir consumir agua del grifo en nueve localidades, se desencadenó en septiembre a raíz del traslado de más de 400.000 toneladas de residuos de la química Inquinosa a una nueva celda de seguridad.


Aunque la situación ha mejorado notablemente –los análisis de la Confederación Hidrográfica del Ebro conocidos ayer muestran un pequeño repunte del pesticida en el río, pero sin superar el nivel permitido–, tanto los municipios como el Gobierno de Aragón dejaron clara desde el inicio la necesidad de habilitar tomas alternativas al Gállego para evitar que el problema se reproduzca en el futuro.


Además de instalar –como medida de urgencia– filtros de carbono en las potabilizadoras de las captaciones actuales para que los pueblos con afecciones volvieran a tener agua de boca, el IAA empezó a analizar las diferentes posibilidades de nuevos abastecimientos para las poblaciones que se suministran del río, ya que la única donde estaba programada una actuación de este tipo era Villanueva de Gállego. Sus vecinos llevan años esperando la traída desde Yesa, que finalmente salió a licitación en diciembre con un presupuesto de 6,6 millones.


Para el resto de pueblos, los técnicos del IAA han buscado las que se consideran las mejores alternativas, y que en el caso de los núcleos situados aguas abajo del pantano de La Peña –los más perjudicados por la reciente crisis de salud pública– pasan por habilitar nuevos suministros mediante una conexión entre Peña Rueba (situada por encima del pueblo de Murillo de Gállego, frente a los mallos de Riglos) y la acequia de La Sora, que permitirá derivar agua del canal de Bardenas.


Esta red daría servicio a Marracos, Piedratajada, Biscarrués, Ardisa, Santa Eulalia, Murillo y sus núcleos de Concilio y Morán. También llegaría a Puendeluna, aunque al igual que Murillo no toma agua del Gállego. La idea es que durante 8 o 10 meses al año se capte el agua de Peña Rueba, mientras que en verano, cuando aumenta el consumo, llegue desde La Sora.

Manantiales de gran calidad

Así lo explicaron los responsables del Instituto Aragonés del Agua a los alcaldes implicados. También les informaron de que, a la espera del estudio más detallado que se ha encargado a BS Ingeniería, que estará concluido en breve, se estima que el presupuesto total de estas obras estará en torno a los 6 o 7 millones de euros, y se ejecución duraría entre uno y dos años.


El alcalde de Santa Eulalia, José Antonio Casaucau, se mostró satisfecho con la actuación prevista, que permitirá a los pueblos ribereños disponer de agua con todas las garantías "a un precio razonable". "En Peña Rueba hay manantiales de gran calidad", destacó. Mientras, los ayuntamientos quieren empezar a trabajar en la fórmula "más adecuada" para gestionar este sistema, que podría ser un consorcio o una mancomunidad.


Por lo que respecta a las localidades de Caldearenas, Javierrelatre, Latre y Estallo (más arriba de La Peña), el agua procederá de Sabiñánigo. Aunque Javierrelatre se surte fundamentalmente de fuentes, también dispondrá de un nuevo abastecimiento, y desde allí podría suministrarse también el agua de Sabiñánigo a Anzánigo. Esta es una de las opciones que siguen barajando los técnicos para dar servicio a este núcleo del municipio de Caldearenas, según explicó esta semana el director del IAA, Alfredo Cajal, al alcalde, Alejandro Castán. La captación de Anzánigo no está decidida aún, debido a la orografía de la zona. Ello hace que en este caso no se pueda hablar todavía de presupuestos ni plazos orientativos, aunque Castán reconoce que la DGA "va cumpliendo con las fechas que dio".


La previsión es que a final de este mes el Departamento de Medio Ambiente disponga del estudio, adjudicado por casi 60.000 euros a la firma zaragozana BS Ingeniería, y que se ha elaborado a partir del informe previo del Instituto Aragonés del Agua.

Posible aportación de la DGA

El siguiente paso será enviarlo al Ministerio de Medio Ambiente para ver qué posibilidades de financiación hay, ya que tanto los proyectos como su ejecución dependen del Gobierno central. A priori, según lo anunciado por el secretario de Estado, Federico Ramos, en la firma del protocolo para el plan integral contra el lindano, no hay dinero comprometido este año para los abastecimientos, salvo el de Villanueva de Gállego.


Pero el Ejecutivo aragonés –que quiere proponer la declaración de interés general estatal– confía en firmar un acuerdo en el que no se descarta la participación económica de la DGA "en la medida de sus posibilidades", teniendo en cuenta que la situación de las arcas públicas sigue siendo "complicada".