Magia solidaria con los niños de Zanzíbar

Un espectáculo de magos ayudará a tres sanitarios del Clínico a recaudar fondos para operar a chavales de Tanzania que sufren hidrocefalia

Magia solidaria con los niños de Zanzíbar
Magia solidaria con los niños de Zanzíbar

Alain Flor-Goikoetxea, neurocirujano residente del hospital Clínico de Zaragoza, habla con entusiasmo del trabajo que él y dos compañeros más del centro sanitario aragonés (Nuria Sánchez, intensivista, y Carlos Granados, enfermero) van a llevar a cabo en Zanzíbar (Tanzania) desde el 28 de marzo hasta el 6 de abril.


Los tres sanitarios irán a la isla de la costa oriental de África con otros siete voluntarios de la Fundación Neurocirugía, Educación y Desarrollo (NED) –una ONG con sede en Valencia, que lleva desde 2006 colaborando con países africanos–, para operar a niños con hidrocefalia y espina bífida.


"La previsión es intervenir quirúrgicamente, durante los ocho días que vamos a estar en Zanzíbar, a unos 20 o 25 enfermos", explica Flor-Goikoetxea, que ejerce de portavoz del grupo del hospital zaragozano. Es poco tiempo y por ello deben priorizar los casos que van a atender esa semana: "Haremos lo más urgente. En niños operaremos hidrocefalia y espina bífida, sobre todo. En adultos, depende de lo que nos encontremos: fracturas vertebrales con paraplejia y situaciones similares".

Acto benéfico para material

Y como complemento del viaje, el grupo zaragozano quiere llevar las válvulas que se implantan en los casos de hidrocefalia infantil. Para costearlas han organizado una función de magia (a cargo de The Funny Magic Creepy Show) que se tendrá lugar en la Sala Venecia del Centro Cívico de Torrero el próximo miércoles, día 18 de febrero, a las 19.30.


"No es que en el país africano –explica– haya índices más altos de hidrocefalia que en Europa, pero como los casos no se tratan, resultan más catastróficos". De hecho, la ONG con la que viajan de voluntarios a Zanzíbar prefiere, como primera opción, tratar la hidrocefalia mediante endoscopia porque se trata de una técnica menos invasiva y que acarrea menos complicaciones para los pacientes africanos (con pocos medios para hacer frente a las disfunciones que pueden presentar las prótesis). Las válvulas (ellos esperan poder contribuir con 10 o 12 dispositivos) las llevan para los casos en los que fracasa la cirugía endoscópica, explica Flor-Goikoetxea. El médico residente es la segunda vez que participa en una de las misiones de NED, una ONG que no solo se ha dedicado, en los años que lleva creada, a dar asistencia médica y sanitaria sino que ha tratado de ayudar a mejorar las infraestructuras hospitalarias y la formación del personal sanitario de algunos de los países africanos en los que ha actuado.


En esta ocasión, el grupo recala en un complejo neuroquirúrgico recientemente construido en la isla de Zanzíbar, que cuenta con mejor equipamiento que el hospital del país. "Con estos proyectos se trata –dice el MIR del Clínico– de conseguir objetivos tanto en términos de salud, como de docencia. Y ser una mano más de la cadena. Que mejore no solo la neurocirugía de la isla sino la medicina en general".