Tercer Milenio
En colaboración con ITA
Los fondos de la DGA para los grupos de investigación caen un 40% esta legislatura
La Universidad critica que el retraso en las convocatorias dificulta el trabajo de los profesionales
La partida se recuperó levemente en 2014 e Industria anuncia que el presupuesto para este año no bajará
Los grupos de investigación utilizan estas subvenciones sobre todo para comprar material fungible (como probetas, matraces o guantes) y para alquilar equipos e instalaciones. En ocasiones, estas ayudas también se usan para hacer alguna contratación de personal, aunque no es habitual porque las subvenciones son de escasa cuantía. De hecho, la dotación de esta convocatoria autonómica siempre ha sido limitada y los investigadores que precisan de equipos más sofisticados suelen solicitar otras ayudas, sobre todo estatales que también se han recortado, europeas y de iniciativa privada.
Sin embargo, que esta subvención de la DGA esté bien dotada es importante porque permite que los grupos tengan "más músculo" y a veces también les supone un pequeño colchón si en algún momento se quedan sin ayudas más cuantiosas, según explica el vicerrector de Política Científica, Luis Miguel García Vinuesa.
El reparto de este dinero es muy dispar según las necesidades que tiene cada grupo de trabajo;pero, de media, cada uno de los 287 grupos reconocidos se lleva 6.968 euros. El director del Instituto de Nanociencia de Aragón (INA), Ricardo Ibarra, es uno de los investigadores que consiguió captar en 2014 más dinero de estas ayudas: 27.357 euros. "Con esa cuantía, apenas te llega para contratar a un ayudante de laboratorio. Nos viene muy bien, pero no nos da ni para cubrir el 10% de nuestra necesidad de financiación. Nosotros, la mayoría la conseguimos de Europa. Si mi grupo estuviera en Alemania, solo con abrir un laboratorio nos darían financiación suficiente para contratar investigadores", explica.
El propio García Vinuesa señala que las relaciones entre la Universidad y la Consejería son "muy buenas" y, en este sentido, recuerda el convenio de 72.000 euros para apoyar la investigación de la vacuna de la tuberculosis. Este se firmó en 2014 y permitió continuar con esta investigación insignia, que estaba con problemas de fondos al haberse acabado el dinero de una convocatoria y no haber salido todavía la siguiente.
El vicerrector sí critica ("porque supone un problema gordo para muchos grupos") los retrasos que se han producido en la publicación y resolución de las convocatorias. De hecho, pone como ejemplo que las del año pasado no se concedieron hasta septiembre:"Son ayudas para todo el año, pero finalmente solo se pudo gastar entre septiembre y diciembre porque los grupos no supieron hasta entonces si iban a recibir ayuda y, en su caso, de qué cantidad", señala. Defiende, en este sentido, que las convocatorias "deberían salir a finales del año anterior o, como muy tarde, en enero para evitar estos problemas".
Desde Industria aseguran que esto no volverá a ocurrir este año porque en 2014 se dio una situación particular:que era necesario revaluar de forma independiente a todos los grupos (se hace cada tres años). Y añaden que los equipos actualmente reconocidos ya saben que van a recibir esta ayuda este año (aunque no la cuantía exacta).