Culmina el proceso de renovación del Museo Provincial después de tres años de trabajos

La presidenta de la Diputación dice que a partir de ahora será prioritaria la ampliación de las instalaciones

Jaime Vicente, al fondo, muestra una casa de muñecas a Carmen Pobo y Julio Esteban.
Culmina el proceso de renovación del Museo Provincial después de tres años de trabajos
antonio García/bykofoto

Con la reapertura ayer de la sección de etnografía, se da por concluido el proceso de reforma integral del Museo de Teruel, un proyecto que se ha prolongado durante tres años y en el que se han invertido 900.000 euros. Las actuaciones han incidido principalmente en los aspectos de musealización, pero también se han visto mejoradas las infraestructuras, con la eliminación de barreras arquitectónicas, la renovación del pavimento y la incorporación de nuevos sistemas de calefacción e iluminación.


Las obras, financiadas por el Ministerio de Cultura, no han comportado el cierre del Museo, a excepción de los dos primeros meses, ya que se han efectuado por fases. El director del centro, Jaime Vicente, reconoció que esta medida ha complicado la intervención, "pero –puntualizó– este es un importante recurso turístico que tiene la ciudad y no se podía perder".


La presidenta de la Diputación Provincial –organismo del que dependen las instalaciones culturales–, Carmen Pobo, dijo ayer mostrarse "orgullosa de tener un museo del siglo XXI que ahora hay que ponerlo en valor y darlo a conocer".


Según señaló, la culminación de estas obras de reforma va a permitir que a partir de ahora, con los presupuestos más holgados en las instituciones, el proyecto de ampliación del Museo "sea un objetivo prioritario". El elevado coste de esta iniciativa, que contemplaba la restauración del palacio de los Marqueses de Tosos –un edificio contiguo–, por 13 millones de euros, bloqueó el proyecto, que está paralizado desde 2008 por falta de financiación.

Carmen Pobo confió en que en la próxima legislatura se redoblen los esfuerzos para que la recuperación del palacio de los Marqueses de Tosos sea una realidad. Anunció que para este año hay una pequeña partida con objeto de mantener viva la llama y que no se olvide la ampliación, "porque el Museo tiene numerosos fondos que quiere exponer al público y no puede hacerlo por falta de espacio". Agregó que, de momento, las colecciones de arte de la institución se encuentran en "condiciones adecuadas", almacenadas en las naves modulares que la Diputación tiene en el Polígono la Paz de Teruel.


La sección de etnografía, que ha quedado desde ayer abierta al público, es, para Jaime Vicente, uno de los espacios más atractivos arquitectónicamente hablando. Está emplazada en el sótano del palacio renacentista que fue sede de la Comunidad de Teruel.


Los trabajos de modernización de las instalaciones han sido plenamente respetuosos con la estructura del edificio del siglo XVI. Vicente admitió que el mantenimiento del armazón del antiguo inmueble, "ocasiona condicionamientos, pero el resultado final es muy bueno".

Más de 700 nuevas piezas

La reordenación de los espacios, que ha permitido mostrar al público un Museo más atractivo y didáctico, ha supuesto la incorporación a las vitrinas de 782 piezas nuevas, así como la retirada de 1.200 objetos. El director señaló que esta circunstancia se consideraba necesaria tras el cambio de discurso y ordenación de los contenidos, "pero la labor de depuración –agregó– ha obedecido, sobre todo, a que eran piezas redundantes, que no afectaban en la información". En los trabajos relacionados directamente con los contenidos han participado 10 restauradores, diseñadores gráficos y personal ocupado de las tareas de catalogación de las colecciones.


La sección de etnografía, cuyo contenido al igual que el resto del Museo se ha actualizado con material audiovisual, está estructurada en grandes temas con objeto de dar a conocer a los visitantes la evolución del territorio turolense a través de la cultura material. La primera sala está dedicada a la vivienda y el urbanismo, tras la cual se dispone un nuevo espacio que muestra la indumentaria como elemento diferenciador del ser humano. Hay una tercera dependencia que se centra en el entorno doméstico, a la que siguen otras salas sobre el comercio y el transporte, la agricultura y la ganadería.