Mario Weitz: “España tiene chicha para salir adelante”

El economista, Consultor del Banco Mundial y exconsejero delegado del FMI abrió la nueva edición del ciclo Aula Abierta de la Universidad San Jorge.

Weitz, delante del Patio de la Infanta de Zaragoza
Mario Weitz: “España tiene chicha para salir adelante”
Guillermo Mestre

Hace poco nos deseábamos feliz año. ¿Lo va a ser de verdad?


España va a crecer por encima del 2%, un poco más de lo que dice el Gobierno. Juegan a su favor el precio del petróleo, que el euro cae frente al dólar... pero la gente aún no siente que está mejor.


Hace años dijo que España e Italia tenían solución. ¿El tiempo le ha dado la razón?


¡Sí! Para tener solución en Europa hay que tener tres cosas: exportación, turismo y algo de industria. España no es Francia ni Alemania, pero tiene suficiente industria y es muy fuerte en multinacionales. Tenemos chicha para salir adelante.


¿Y Grecia? ¿Tiene solución?


Grecia, Portugal y Chipre, no. Ellos solo tienen turismo, que ayuda pero no salva.


Si lo peor ya ha pasado, ¿cuándo vendrá lo mejor?


Estamos en un piso y subir es fácil. Pero los salarios de la clase media han bajado mucho y, aunque los datos sean buenos, la gente no siente el bienestar.


Los expertos llevan años avisando de que la recuperación tardaría. ¿Por qué no se pudo antes?


Porque ha habido una tormenta perfecta: se han juntado la burbuja inmobiliaria, la crisis financiera, el cambio de modelo... Pasar del ladrillo y el turismo a la exportación y la industria no se hace en un pimpampum.


Es usted consultor de la Comisión Europea y del Banco Mundial. ¿La primera tendría que escuchar más al segundo?


Yo no lo puedo decir así... El Banco Mundial da recetas un poco diferentes. Pero, ojo, la solución de España depende de nosotros, de que Rajoy lo haga bien, pero también de que Europa cambie.


Y ¿hacen caso de sus consejos?


¡Bastante! España no tanto, porque los que tienen que hacer caso son los que reciben financiación de la troika para poder recibir el dinero.


¡La troika! ¡Vaya palabrota!


O los hombres de negro, como dice Montoro. Pero el Fondo Monetario ha cambiado bastante desde que trabajé allí. Antes era muy liberal, muy duro. Hoy es más pragmático, más simpático que antes.


Fue consejero delegado del FMI en los ochenta. De haber seguido, ¿les tendría que haber tirado de las orejas?


No. El FMI siempre ha sido impopular porque presta dinero y pide austeridad. Y yo siempre digo que los programas del Fondo tienen un coste social, pero que un país explote tiene un coste peor. Si Grecia no hubiese recibido la ayuda hubiera sido malo para Europa, pero peor para los griegos.


O sea, que defiende la institución.


Hay cosas que mejorar. Pero un

país endeudado debe hacer un ajuste. Aunque yo en España, por ejemplo, no hubiera recortado tanto en educación, sanidad y tecnología, hubiera ido a por la economía sumergida. Aquí, los que pagamos impuestos pagamos mucho.


Sus últimos directores necesitan consejos; todos se han visto envueltos en escándalos...


El chiste es que en mi época haber trabajado en el Fondo te daba trabajo y hoy no. Es una exageración; son circunstancias particulares.


Los consultores ayudan a las instituciones, pero ¿qué hacemos los particulares?


Siempre se echa la culpa a los políticos en España, con cierta razón, pero los ciudadanos también deben intervenir. Fíjese en los nórdicos, con una sociedad civil fuerte, las instituciones funcionan más. O el tema de impuestos: en España al que paga se le ve como a un tonto.


Usted es profesor de una escuela de negocios. ¿Dónde hacer hoy un buen negocio?


Nos educan para ser funcionarios y no emprendedores. Y necesitamos menos de los primeros y más de los segundos. Pero crear una empresa es difícil por la fiscalidad, la financiación... y por la mentalidad. En Estados Unidos, montas un negocio y fracasas y lo consideran positivo. Aquí, no solo el banco no te da crédito, sino que hasta los amigos te quitan el saludo.