La cultura de la excelencia

Uno ve la fotografía más grande que acompaña estas líneas y descubre a tres responsables del Instituto Aragonés de Fomento (IAF) –Antonio Gasión, Jesús Arnau y María Pérez– con directivos de empresas aragonesas en lo que parece ser un cuadro de honor con los mejores de la clase. Un poco pretencioso quizás, pero quienes saben lo difícil que es conseguir las certificaciones de calidad, especialmente algunas de ellas, son conscientes de que si están ahí es por algo. No en vano el modelo EFQM está más que testado, de modo que registrar buenas puntuaciones siguiendo esos parámetros requiere de mucho trabajo detrás. Algo de eso sabe, por ejemplo, Tomás Fillola, director de Cooperativa Ganadera de Caspe, que tiene buena mano para trabajar con un equipo humano cuyo trabajo ha sido reconocido internacionalmente. Lo mismo que responsables de compañías como Becton Dickinson en Fraga, Industrias Químicas del Ebro (IQE), Contazara, Ideconsa o Piquer. Firmas todas ellas que participan en la recientemente constituida Comisión de Excelencia, donde según se informó desde el IAF, se busca que "empresas de referencia en Aragón dispongan de un cauce de debate y puesta en marcha de nuevas actuaciones que acerquen a las pymes las ventajas de trabajar en la excelencia y hacia la mejora continua". Más allá de otras consideraciones, como la importancia del ‘networking’, basada en tener siempre buenos contactos, debe reconocerse el compromiso de quienes dan un paso adelante para trabajar por otros. Las seis empresas con directivos en la foto representan a las 43 que tienen el sello de Excelencia y hay tanto grandes y pequeñas como de diversos sectores.

Plan 2015.

Lanza el IAF el Plan de Excelencia Empresarial este año con la constitución de la citada Comisión y con la creación de un denominado Sello de Oro, si bien lo que más le ha distinguido es la celebración del premio a la Excelencia, que con los 85 inscritos este año (récord histórico con 76 pymes inscritas), casi 700 organizaciones han participado en las 19 ediciones del galardón o en el plan de iniciación. El correspondiente premio de este año (en la categoría de pymes y en la de grandes empresas) se entregará en noviembre. El año pasado ganaron Airfal y La Salle Montemolín entre las pymes y Becton Dickinson entre las grandes compañías, si bien el palmarés iniciado en 1997 recoge un buen número de empresas reconocidas como ‘excelentes’, la mayoría de capital aragonés pero unas cuantas de capital extranjero.

RSE.

Vienen al Cuarto Congreso Nacional de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) de Zaragoza, que se celebrará en los próximos días, unas cuantas personas cuyos discursos serán más esperados que aquellos de quienes estarán en mesas redondas por compromiso. Uno de ellos, a priori políticamente incorrecto, es Juancho López de Uralde, hoy al frente de Equo, una formación política apenas conocida por el gran público, pero que hizo mucho ruido antes de fundar esas siglas en 2011, cuando era el director ejecutivo de Greenpeace España. Muchos recordarán la notoriedad que tuvo en una cumbre sobre cambio climático que tuvo lugar en Copenhague el 17 de diciembre de 2009. Elegantemente vestido se coló aquel día en una cena que tenía lugar en el palacio de Christianborg de la capital danesa que tenía como anfitriona a la reina Margarita. Uralde llevaba una pancarta que decía ‘Los políticos hablan, los líderes actúan’ y fue detenido con otra activista (Nora Christiansen). Ambos no fueron liberados hasta el 6 de enero siguiente, de modo que pasaron las Navidades encerrados. Quienes siguen en España la estupenda serie televisiva danesa Borgen (con este nombre se conoce coloquialmente el palacio donde fue arrestado López de Uralde) pudieron ver esta semana cómo en ese mismo sitio se celebraba una cita internacional para hablar de paz en África promovida por la primera ministra danesa de la serie, el personaje Birgitte Nyborg (interpretado por la actriz Sidse Babett Knudsen).

López Babier.

Falleció esta semana un expresidente de la Confederación de Empresarios de Aragón (CREA), Julián López Babier. Inquieto como pocos, el ingeniero, empresario, líder de la patronal aragonesa entre 2001 y 2005 y hasta político por una temporada (en Compromiso por Aragón) tenía un genio que le hacía ganar adeptos en algunos casos pero le generaba problemas en otros, pero nadie duda de que trabajó por la causa empresarial. Él fue el encargado de inaugurar la sede actual de la CREA en 2003 junto al río, un edificio que no costó mucho adquirir (se vendió a una peseta) pero que ha generado y sigue generando muchos gastos a la organización empresarial.