Artur Mas enfría un acuerdo con Junqueras para adelantar las elecciones a marzo

El ‘president’ reclama una nueva reunión y rechaza que ERC incluya independientes en una lista transversal.

El presidente catalán, Artur Mas, durante su intervención en un acto en Barcelona, ayer.
Artur Mas enfría un acuerdo con Junqueras para adelantar las elecciones a marzo
Marta Pérez/EFE

El tira y afloja entre el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y su exsocio de ERC, Oriol Junqueras, a cuenta de un posible adelanto electoral en Cataluña de mandato tuvo ayer un nuevo capítulo de dimes y diretes que terminó con la vuelta a la casilla de salida. Sin acuerdo y con la petición de Mas de una reunión de los dos partidos con la ANC, Òmnium Cultural y la Associació de Municipis per la Independència.


Una decisión tomada anoche por el ‘president’ después de que los republicanos recogieran el guante lanzado por Mas en el ultimátum que, el jueves por la noche, hizo llegar a la sede de su partido en forma de carta y dijeron ‘sí’ a la idea de unos comicios, que podrían tener lugar en el mes de marzo, a los que ellos puedan presentarse con su propia lista y a las que el jefe del Gobierno autonómico concurra como cabeza de una candidatura transversal con miembros de la sociedad civil. Esa era una de las tres alternativas realizadas por Mas en una oferta planteada como la última y definitiva, con el objetivo de desencallar unas negociaciones que ponen en jaque el proceso soberanista al que él decidió jugárselo todo.


La primera, su favorita, era la ya consabida lista unitaria entre CiU, ERC, la ANC y Ómnium. Pero el líder republicano siempre negó esa vía con el argumento de que juntos restan, en lugar de sumar. Había algo más detrás de esa negativa a una propuesta que Mas defendía como la única que realmente podría transformar los comicios en un auténtico plebiscito sobre la independencia y es que ERC sospecha que CiU quiere busca una cobertura para evitar el castigo electoral, acuciada como está por la corrupción (la sede de Convergència está embargada y el caso Pujol sigue ofreciendo titulares casi a diario). En su misiva, Mas planteó una segunda opción, que ahora pasa a ser papel mojado: ir diseñando la Constitución catalana del futuro Estado catalán en el actual Parlamento autonómico y llamar a las urnas en otoño, antes de las generales, en este caso, con listas separadas. Pero finalmente, es la tercera la que más ha tentado a ERC: elecciones en el primer trimestre del año con listas separadas entre CiU y ERC, pero con Mas al frente de una lista transversal en la que se incluyan los independientes de la sociedad civil (básicamente de la ANC y Ómnium).


La secretaria general de ERC, Marta Rovira, dio por hecho que su respuesta "desencalla" la negociación y que esto tiene que permitir que se celebren las elecciones el mes de marzo. Ahora bien, los republicanos también dejan claro que ellos no renuncian a incluir igualmente independientes en su candidatura y eso puede hacer que el acuerdo naufrague. Por este motivo, Mas acusó ayer de "tergiversar" sus propuestas y ‘venderlas’ como un acuerdo, que ambas partes consideran que puede llegar a partir del miércoles.


Escollos pendientes


Este mercadeo de independientes no es baladí, pues figuras como Carme Forcadell (ANC), Muriel Casals (Òmnium Cultural) o Josep Maria Vila d’Abadal (Asociación de Municipios para la Independencia (AMI) –con quienes Mas se reunió el jueves y que han sido los motores movilizadores del proceso soberanista– y otros como el juez Vidal o Lluís Llach pueden ser claves en la victoria de una u otra lista. Por ese motivo, los republicanos insistieron en pedir que los independientes puedan ir en las listas que quieran y además, reiteraron que antes de hablar de listas, quiere negociar programas, con vistas a dejar atada la hoja de ruta postelectoral que el hipotético gobierno de concentración debería transitar hacia la independencia.