Casi 600 enfermos de hepatitis C precisan ser tratados este año con el nuevo fármaco

Hepatólogos y afectados reconocen que en Aragón el tratamiento se da con criterios médicos

Miguel Barrachina, presidente de la Aetha, en la asociación.
Casi 600 enfermos de hepatitis C precisan ser tratados este año con el nuevo fármaco
J. Miguel Marco

Entre 400 y 600 enfermos aragoneses de hepatitis C necesitarán ser medicados a lo largo de este año con los nuevos fármacos con los que se está tratando esta dolencia y que están ofreciendo resultados de curación espectaculares. Según estimaciones realizadas por la Asociación de Enfermos y Trasplantados Hepáticos de Aragón (Aetha), confirmadas por fuentes médicas, esta es la cifra de pacientes que en 2015 tendrán la enfermedad en estado avanzado y precisarán las terapias de última generación basadas en sofosbuvir.


El presidente de la Aetha, Miguel Barrachina, explicó ayer que, en este momento, la asociación de enfermos hepáticos no tiene indicios que le hagan temer que no vaya a darse la medicación a todo el que la precise y recordó que en Aragón, estos fármacos han sido ya autorizados para unos 80 enfermos. Barrachina aseguró que en la Comunidad, el tratamiento basado en el sofosbuvir está siendo aprobando con criterios médicos y no económicos y dijo que la Administración no está interfiriendo en su aplicación.


Al hilo de los últimos acontecimientos (encierros y movilizaciones), lamentó que se haya "politizado" un asunto que debía ser puramente sanitario. "Las asociaciones de afectados –recordó Barrachina– llevamos peleando desde hace treinta años por hacer visible esta enfermedad y exigir que las administraciones nos den soluciones y nadie se ha preocupado hasta ahora por nosotros. Por lo visto, acaban de descubrir que hay enfermos de hepatitis C".


El presidente de la asociación aragonesa de afectados pidió que se evite "la demagogia", se confíe en los médicos y no se "juegue con los enfermos". Barrachina criticó también la situación que se ha creado en España, donde cada comunidad está autorizando o denegando estos medicamentos con criterios no homogéneos. En parte, este barullo –explicó– ha derivado de las directrices marcadas, en un primer momento, por el Ministerio de Sanidad, tan restrictivas que estos fármacos innovadores solo podrían aplicarse a los enfermos de hepatitis C desahuciados. Estas condiciones fueron rechazadas por la Asociación Española para el Estudio del Hígado, a la que pertenecen los hepatólogos españoles, que recomendaron no tenerlas en cuenta por ser "obsoletas" y limitar las posibilidades de tratamiento de muchos pacientes e incluso poner en riesgo su salud.


En este sentido, fuentes médicas consultadas ayer confirmaron que en Aragón no se están tomando en consideración estos requisitos y aseguraron que el comité que evalúa a los enfermos aragoneses decide en función de criterios médicos. Se refirieron asimismo a la esperanza que han puesto los hepatólogos en el daclatasvir, el nuevo fármaco que podría comercializarse en España a partir de febrero y que asociado al sofosbuvir está ofreciendo curaciones por encima del 95%: "Esta combinación es la que más nos gusta a los médicos –dijeron estas fuentes– porque es la que mejores resultados ofrece". La previsión es que este medicamento sea más barato que el sofosbuvir.