Una amiga universal que nos anima a pensar

Mafalda, con sus amigos y amigas, han ocupado la biblioteca escolar del CEIP Miguel Servet de Fraga (Huesca), en este comienzo de año. Para empezar, un expositor ofrece unos cuantos libros sobre sus andanzas. Las madres que ornamentan la biblioteca han dibujado a los miembros de la gran familia que empezó a imaginar el dibujante argentino, Quino, hace cincuenta años y han decorado la biblioteca con dichos dibujos. Por su parte, el grupo de madres que se ocupan del cuentacuentos han ido preparando materiales para ser contados. Todo ello, durante una parte del primer trimestre del curso. A lo largo de cuatro tardes de la primera semana de enero, en dobles sesiones diarias, todo el alumnado del centro acudió a la biblioteca para asistir, como espectadores, al relato preparado por las madres: un libro gigante y apaisado de Mafalda, con algunas historietas y una combinación de luz y figuras en movimiento... Todo ello, contado de manera colectiva.

Los escolares, en sus aulas, habían conocido a esta extensa familia y habían realizado diversos trabajos que verán la luz más adelante, en forma de exposición. Y, al finalizar el cuentacuentos, todos recibieron un marcapáginas conmemorativo de recuerdo: con una tira de Mafalda por el anverso y un tautograma original, en ‘M’, por el reverso.

Las tiras de Mafalda nos hablan de la vida, desde un ángulo en el que se mezclan el humor y la reflexión; el pasado y el futuro, pasando siempre por el presente fugaz; la inocencia y la sabiduría; la familia y la escuela... Las tiras de Mafalda no deberían faltar en ninguna biblioteca: familiar, escolar, universitaria, municipal, pública, privada, sólida, líquida o gaseosa....