Los niños cambian el comedor escolar por el de los diputados

Padres y alumnos degustan el menú de las Cortes para quejarse por la calidad de los menús escolares.

Los niños en la cafetería de las Cortes de Aragón
Los niños cambian el comedor escolar por el de los diputados
Laura Uranga

Una treintena de niños y padres se han trasladado este martes a la cafetería de las Cortes de Aragón para probar el menú que ofrecen por 6,50 euros. Una oferta que, según afirman estos padres, dista bastante de la que tienen en los comedores escolares tanto por calidad como por cantidad. “Queremos denunciar el maltrato que se está dando a los comedores de los centros públicos por parte del Gobierno de Aragón y que en la próxima legislatura se tenga en cuenta una mejora de calidad de estos servicios”, señala Pablo Alconchel, portavoz de la plataforma por unos comedores escolares públicos de calidad.


Entre sus quejas se encuentra la escasa variedad de alimentos y la utilización de comida de baja calidad nutritiva. “La materia prima que se ofrece en los centros es muy poca calidad, solo hay que ver la gran cantidad de días que tienen panga o tilapia, que se compran por su asequible precio”, puntualiza.





Al mismo tiempo destacan que no se hace uso de los alimentos propios de la comunidad autónoma. “Es una pena que en ningún menú escolar haya ternasco y que algunos traigan la borraja de Almería”, señala Alconchel. Por ello, solicitan que el consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente se involucre en el desarrollo de estos menús. “No solo se solucionaría el problema de hábitos alimenticios sino que también se impulsaría la economía aragonesa”, asegura.


Otra de sus críticas radica en el precio de los comedores, puesto que, a pesar de la bajada de 4 euros en enero, aseguran que pagan el 120% de lo que verdaderamente cuesta. Lo que provoca que algunos centros tengan un superávit de hasta 38.000 euros. “Por ello pedimos que se fijen precios con criterios de carácter social, ya que aportamos más de lo que cuesta y no lo vemos reflejado en la calidad de los productos”, señalan. Asimismo solicitan que el comedor escolar no sea solamente un sitio en el que se coma. “Según la FAO debe de ser un espacio de educación y enriquecimiento, algo que no se produce en la actualidad”, sostiene.


Los padres quieren estar presentes en la revisiones de las guías de comedor. “Estamos pagando más de una comida completa, por lo tanto, creemos que debemos participar en las decisiones que se toman”, subraya Luis Torres, padre de uno de los niños que han comido en la Aljafería. También recuerda que los menús tienen que ser visados previamente por los técnicos de la administración. “En otras comunidades autónomas se hacen inspecciones sorpresa para analizar si lo que decían que iban a poner es lo que había en el plato, sin embargo, aquí no lo han hecho nunca”, recalca.

Un menú un poco diferente

Mientras que en uno de los centros iban a degustar una crema de calabacín y salchichas con tomate, en las Cortes de Aragón han probado espaguetis carbonara o menestra de verduras aragonesas y pechugas de pollo marinadas o bacalao en salsa verde. “La principal diferencia que se ha percibido es que mientras que en los centros educativos no sabemos cuánto tiempo hace que se ha hecho aquí se notaba que era comida casera”, sostiene Alconchel. Por su parte, los niños han tenido un menú infantil que constaba de espaguetis con tomate y lomo empanado.


En el momento en el que se han sentado en la mesa ya han podido notar algunas diferencias. “Este pan está mucho más bueno que el del comedor”, comentaban entre sí dos de los niños. Situación muy diferente a la vivida en los comedores escolares. “Casi todos los días el segundo plato está frío además de que hay comidas que no están bien aliñadas o cocinadas como las albóndigas que están medio crudas o las judías verdes que no llevan nada de sal”, critica Sofía Brunet, de 11 años, que estudia en el colegio La Estrella. Por el contrario durante la comida de este martes señalaban: “!Sabe a carne!”, después de probar el lomo.

Los celiacos reclaman menús más diversos

Por su parte, la Asociación Celiaca Aragonesa también colabora con esta plataforma. “Tenemos la comida garantizada, sin embargo, no son iguales que los de los niños que no sufren este problema, por ello, nuestra principal crítica es que coman alimentos similares al resto y no se les discrimine, repitiendo muchos días el mismo menú”, puntualiza Noelia Panillo, dietista de esta asociación.