"Tenemos que tener presión no en el sentido de una losa encima sino como motivación. Es un partido diferente por la cercanía y la rivalidad. Hace mucho que no ganamos allí y los chicos deben saber que están ante una oportunidad para cortar esa racha. Ellos en su campo siempre tienen la grada a tope. Allí no hay dudas, no se está esperando el fallo. Eso es lo que queremos nosotros también, aunque es cierto que también hay que merecerlo", dijo Popovic, técnico del Real Zaragoza.

Los pronósticos del tiempo no son los más convenientes para jugar al fútbol. Una masa polar amenaza con cubrir mañana Pamplona a la hora del partido."La clave es la cabeza. Por fuera, no podemos influir en el tiempo. Pero por dentro debemos estar preparados para jugar en esas condiciones y salir a ganar", apuntó el técnico del equipo aragonés.

La estadística habla de que el Zaragoza solo ha ganado un partido en 30 años en Pamplona. Fue con un penalti de David Villa."No me preocupa. Eso es pasado. Este partido es como todos, son tres puntos los que hay en juego", indicó, aunque subrayó la relevancia y los efectos a medio plazo que pueden desencadenarse de un triunfo en casa de Osasuna, no solo por una cuestión matemática y por la opción que permite de regresar a las plazas de promoción:"Es importante meterse en esos puestos de cualquier manera, física o mentalmente. Estamos trabajando en ello. Este partido podemos decir que es de los más importantes de la temporada, nos puede dar los puntos y meternos arriba, pero nos puede dar más cosas a favor para el futuro: moral, ambiente de confianza, un empuje...".

Popovic analizó la mejora del Zaragoza en los últimos dos partidos:"Estamos mejorando en cada jornada. Los chicos crecen, la idea es más clara y limpia y ahora la gente puede jugar en sus puestos. Hay más opciones. Para tener un equipo capaz de jugar al toque y rápido arriba hace falta tiempo. Nosotros no hemos tenido tiempo y las circunstancias han sido las que hemos tenido. Más o menos estamos jugando bien. Yo siempre quiero mejorar. Quiero que los jugadores no terminen de entrenar cuando acabemos las tareas. Quiero que trabajen también en casa, pensando en el partido, en lo que hicieron bien en el entrenamiento, en lo que pueden mejorar, en qué aspectos fallan, cómo se pueden entender con el compañero. Deben aprender a vivir el fútbol". Continuó el técnico:"Nosotros (el cuerpo técnico) somos un servicio, nosotros facilitamos las cosas. Pero los protagonistas son los jugadores".

Popovic agradeció el apoyo y el calor recibido desde la grada en el entrenamiento del pasado jueves, con unos mil aficionados congregados en la Romareda:"Me encantó. Me dieron ganas de vestirme a mí de futbolista y salir a jugar. Nos dio motivación. Los futbolistas lo necesitan, necesitan saber que son queridos por la gente. De vez en cuando se es un poco exigente, pero es bonito. Me gustó ver a los niños. Son nuestro futuro y hay que educarlos. Son los futuros jugadores y los futuros hinchas. Si se fueron contentos, les pedirán al padre y a la madre que los lleven a los partidos. Y luego se lo contarán a los amigos y ellos también vendrán. Después, estos, a sus abuelos... Se nos va a quedar pequeño el campo (risas). Está claro que ahora vivimos una situación difícil en la historia del Real Zaragoza, pero vamos a intentar abrir una nueva página en esa historia", apuntó para terminar el entrenador del conjunto aragonés.