La riada entra en varias casas de Novillas e inunda miles de hectáreas de campos

Gran parte de la superficie anegada es agrícola, pero los daños dependerán de cómo evolucionen el río y el tiempo

La carretera que va de Pradilla a Boquiñeni y la que une Novillas con Tauste siguen cortadas por el agua

La riada entra en varias casas de Novillas e inunda miles de hectáreas de campos
La riada entra en varias casas de Novillas e inunda miles de hectáreas de campos
Asier Alcorta

La punta de la riada del Ebro entró ayer en la provincia de Zaragoza anegando miles de hectáreas de campos, muchas de ellas agrícolas. Además, el agua llegó a varias casas del casco urbano de Novillas –las más próximas al río, que suelen inundarse durante las grandes crecidas– y mantuvo cortadas dos carreteras:la que une Pradilla y Boquiñeni (la CP-3)y la que va de Novillas a Tauste (la CP-2).


Al cierre de esta edición, la punta de la avenida ya había dejado atrás Alagón y se esperaba que llegase a Zaragoza capital hacia el mediodía de hoy. Conforme avance por la Ribera Baja, la superficie inundada seguirá aumentando –en enero de 2013, una riada similar a la actual afectó a casi 19.000 hectáreas de las que 8.300 eran de cultivo–.


Además, la Confederación Hidrográfica del Ebro avisa de que, una vez alcanzado el caudal máximo, el nivel del agua apenas bajará en las siguientes 24 horas y se mantendrá alto hasta el fin de semana. Finalmente, la riada pasó por la localidad navarra de Castejón con 2.074 metros cúbicos (m3/s), una cifra ligeramente inferior al umbral a partir del cual una avenida se considera extraordinaria –2.200 m3/s–. No obstante, los municipios ribereños insisten en que esa referencia no es válida porque cada vez el Ebro causa más daños con menos caudal.

2.074 m3/s en Castejón

La punta de la crecida llegó a la provincia de Zaragoza hacia las 4.00 de ayer y provocó que en el casco urbano de Novillas el río alcanzara la planta baja de las casas más próximas al cauce. Aunque el Ayuntamiento había instalado un sistema de vallas y postes metálicos para intentar proteger los edificios que suelen inundarse durante las grandes avenidas, el agua se filtró por los registros del alcantarillado y por otros puntos como el lavadero. Los bomberos de la Diputación de Zaragoza estuvieron achicando con bombas desde el domingo por la tarde, pero esto tampoco impidió que el Ebro acabase entrando en la calle de Ramón y Cajal, en el camino del Vado, en varias peñas...


También en Novillas, a lo largo de la mañana hubo que cerrar la carretera CP-2, ya que el agua saltó por encima de la calzada en el tramo situado entre el puente sobre el Ebro y el cruce con la A-126. Lo mismo sucedió ya el domingo en la CP-3, otra vía que suele cortarse en caso de riada, y en la carretera por la que se accede al puente de hierro de Gallur.


Tal y como se preveía, al cierre de esta edición no se habían registrado otras afecciones en los cascos urbanos. No obstante, hacia las 6.00 de ayer los bomberos de la DPZ también tuvieron que actuar en Pradilla porque una acequia de riego que no se había cerrado no podía desaguar en el Ebro y estaba inundando la calle de Cervantes. No obstante, fue un problema puntual que se resolvió rápidamente.


A lo largo del día de ayer, la Confederación siguió trabajando en el refuerzo de varias motas (diques) situadas en Movera, Pastriz y Pina –donde se ha actuado en tres puntos–. Según el organismo de cuenca, por el momento no hay constancia de que en el tramo aragonés del Ebro se haya roto alguna defensa. No obstante, su presidente, Xavier de Pedro, reiteró ayer que los ciudadanos deben "extremar las precauciones" y no acercarse al río.


En cuanto a las afecciones para la agricultura, la avenida ha llegado en el momento menos malo, ya que muchos cultivos todavía no se han sembrado. No obstante, el cereal de invierno y otros productos como las habas sí que han empezado a desarrollarse y sufrirán las consecuencias de la riada –el grado de afección dependerá de cuántos días estén inundadas las parcelas y del tiempo que haga en las próximas semanas–.


El Gobierno de Aragón mantiene activado el plan especial de protección civil por inundaciones en fase de preemergencia, pero ayer el consejero de Interior, Antonio Suárez, insistió en que no se esperan problemas salvo que se colapse alguna mota.