La economía española retoma el signo positivo seis años después, al crecer un 1,4% en 2014

La demanda interna se recupera como motor y logra que se encadenen seis trimestres de avances en el PIB

 La economía retomó el vuelo en 2014 tras alcanzar un crecimiento del 1,4%, el primer dato anual positivo tras seis ejercicios de descensos (el más importante, del -2,1%, en 2012 ) o, como mucho, casi paralización de la actividad. Así lo confirmó ayer el INE tras dar a conocer su avance trimestral, que refleja una mejora del 0,7% en el producto interior bruto (PIB) entre octubre y diciembre pasados respecto a junio-septiembre, gracias, fundamentalmente, a que la recuperación de la demanda interna como motor parece consolidarse, aunque esta todavía no alcance los niveles anteriores a la crisis.


Ese 0,7%, no obstante, sí es el mejor dato para un trimestre desde finales de 2007, antes de que crisis y recesión se convirtieran en una realidad dramática para España. La recuperación, eso sí, comenzó a principios de 2013, al reducirse en medio punto la caída que venía experimentando el PIB (cerró 2012 en un -0,8% y abrió el ejercicio siguiente con un -0,3%), aunque habría que esperar al verano de ese año para obtener el primer resultado positivo (0,1%) tras el referido período negro.


Desde entonces, seis trimestres consecutivos de crecimiento que se mantendrá, al menos, durante el presente ejercicio. Así se desprende de las previsiones que manejan tanto el Gobierno como los distintos institutos que analizan la economía, nacionales y extranjeros.


Sus cifras, recogidas en el consenso que publicó hace pocas fechas las fundación de las cajas de ahorros (Funcas), mejoraban en una décima la previsión anterior y daban un crecimiento del 2,1% para 2015 (Ejecutivo y Banco de España lo dejan en una décima menos).


De hecho, en tasa interanual (comparando el dato del último trimestre de 2014 con el mismo período de 2013), el PIB ya estaría avanzando a un ritmo del 2%, casi el doble que el verano pasado. Tomando esta misma medida, el ministro de Economía, Luis de Guindos, dijo la semana pasada que no sería "descabellado" terminar 2015 con un crecimiento próximo al 3%. Y este mismo jueves se mostraba "optimista" respecto a una revisión al alza de la previsión para el conjunto del año, que actualizarán a finales de abril cuando manden a la UE su programa económico.


Claro que hablamos de la macroeconomía, es decir, de los grandes parámetros de la actividad; la micro –el termómetro real de la marcha de hogares y pequeñas empresas (pymes)– parece claramente rezagado a la vista de las elevadas cifras de desempleo que persisten. El propio ministro dijo el jueves que hasta que esa tasa no baje "10 o 12 puntos" no se podría afirmar que España ha salido realmente de la crisis.


Los mismos expertos (desde el FMI y el Banco de España hasta servicios de estudios de distintas entidades) prevén ahora que la tasa de paro caiga desde el 23,7% con que cerró el año pasado hasta el 22,8%. Sería el resultado de un crecimiento del 1,7% en el empleo, mientras los costes laborales subirían con moderación un 0,3%.


En su avance, el INE no abunda en la letra pequeña que hay tras el dato de PIB (son cifras provisionales, dentro de un mes dará su informe definitivo) pero sí se pueden encontrar pistas consultando el último boletín del Banco de España. Allí se apuntaba de forma expresa a la "fortaleza" de la demanda interna como principal elemento impulsor de ese crecimiento.


El consumo suele ser un indicador avanzado respecto a las expectativas que tienen hogares y empresas. En el primer caso, el incremento del 1% en las ventas del comercio minorista en 2014, su primer dato positivo anual desde 2007, parece alejar un paso más la crisis. Y eso a la espera de ver el comportamiento durante la campaña de rebajas (enero y febrero).


Los expertos del Banco de España y del servicio de estudios del BBVA coinciden en que el resultado del abaratamiento del petróleo, trasladado a precios de consumo "supondrá otro sesgo positivo sobre el crecimiento esperado".