Martirio inaugura el ciclo 'De la raíz' con un recital por Chavela en Las Armas

La onubense estará hoy en Zaragoza (21.00) y mañana en Huesca (Matadero, 22.30) junto a Raúl Rodríguez, con quien grabó un homenaje a la voz de ‘La llorona’ y ‘Volver, volver’

Martirio y Raúl Rodríguez recuerdan hoy (Las Armas) y mañana (Matadero) a la gran Chavela Vargas.
Martirio inaugura el ciclo 'De la raíz' con un recital por Chavela en Las Armas
J. U.

Maribel Quiñones, Martirio en los carteles, lleva más de 30 años de carrera. Su trayectoria está marcada por la investigación, la reinvención y el impulso alquimista:hoy (21.00, 15 euros en aragontickets.com, 20 en taquilla de Las Armas) se subirá al escenario junto a Raúl Rodríguez para cantarle a Chavela Vargas, una de sus musas. Ambos pergeñaron en 2013 el disco ‘De un mundo raro’, dedicado a la Chamana, con quien tuvieron el honor de compartir foco en los últimos recitales ofrecidos por la mexicana de origen costarricense: Chavela murió el 5 de agosto de 2012, a los 93 años.


Este homenaje a Chavela ya visitó Aragón el pasado verano: Martirio y Raúl estuvieron en Pirineos Sur. La ilusión de la onubense por este proyecto sigue intacta. "El ciclo ‘De la raíz’ es un trabajo precioso, con un programa muy auténtico. Me alegra mucho ser la primera en este ciclo, lleno de música que transforma, que llega al alma. Yo traigo los temas de Chavela: me alucina desde siempre, por el modo en que tocaba al público. Haremos sus cosas y luego meteré temas míos de flamenco, jazz, copla y tango".


La onubense nunca ha seguido caminos trillados, pero siempre hace gala –algo que también demanda a las nuevas generaciones– de un respeto a los creadores pretéritos que se distinguieron en el amor al arte verdadero y la expresión genuina. "Lo mío no es solo cuestión de disfrute: algo de eso hay, pero desde luego no me asomo hasta que no tengo algo que decir. Nunca me ha movido el interés por la fama, la trascendencia, el éxito y esas cosas; no creo en lo de aprovechar el momento. Me he limitado a aprender, investigar y salir a contar cosas cuando tuvo sentido contarlas. Me alegra que mi trabajo le pueda venir bien a quien lo escuche, porque haga gracia o ayude a superar cualquier emoción chunga".

Jarcha: echar los dientes

De sus inicios en Jarcha, allá por los albores de los años 80, se queda con la experiencia completa. "Seguimos teniendo contacto, los quiero una barbaridad. Aprendí con ellos los rudimentos que luego me sirvieron para volar sola, desde colocar y recoger instrumentos a viajar, hacer voces, armonizar, musicar poetas comprometidos, valorar y amar los cantes populares, lo que brota de la tierra. La canción popular española y latinoamericana ha sido la bandera mía, y lo seguirá siendo".


Con Kiko Veneno siguió su aprendizaje tras la etapa de Jarcha. Son compañeros de generación, y también de perspectiva a la hora de mirar fijamente a las musas; Martirio celebra ahora su vigencia en el mano a mano que lleva el maestro junto al uruguayo Martín Buscaglia, renovador del candombe:ambos tocarán en este mismo ciclo el 21 de marzo en Zaragoza. "Han hecho un disco magnífico, lo tengo cada dos por tres sonando en la cocina. Divertido, con letras interesantes y profundas... Kiko es un fuera de serie, y Martín merece trascender de su país, donde ya valoran mucho ese talento que tiene".


Martirio confiere al espacio de la cocina un carácter casi mágico. "En una casa debe haber una cocina viva, y no solo para preparar la comida, sino para hacer sobremesa, trabajar en otras cosas... Paso mucho tiempo en ella, hay mucha luz y está llena de cariño, de pasión. Así es más fácil que surja la magia".


La artista de Huelva no es precisamente devota del discurso quejoso. Aplaude a la nueva hornada de creadores e intérpretes vocacionales, y les reta a no desfallecer. "En más de 30 años de carrera, este trabajo nunca había sido tan complicado. Imagínate para los que empiezan ahora... Por eso me apasiona la ilusión cuando la veo, el tesón de los que no se rinden. Para mí, comprobar esa realidad es una fuente de esperanza, un arma de futuro. La música puede seguir sanando, dando vida. Si los que llegan ahora no persiguen el éxito sin más y no se dejan comprar, si siguen el instinto, la barriga, el corazón, tenemos caudal para rato. Siempre les digo que cuenten lo que les surge, que investiguen lo de antes y creen lo suyo con poso, respeto, desde el conocimiento".