El nuevo obispo, Ángel Pérez, dice que hará "lo imposible para recuperar los bienes"

Al margen de su ministerio pastoral, asume el reto de intentar zanjar el litigio del arte sacro.

El papa Francisco saluda al obispo electo de Barbastro-Monzón, Ángel Javier Pérez Pueyo.
El nuevo obispo, Ángel Pérez, dice que hará "lo imposible para recuperar los bienes"
Foto cedida

Las quinielas no fallaron esta vez. Casi un año después de que Alfonso Milián presentara su renuncia por edad como obispo de Barbastro-Monzón, el Papa nombró ayer a su sucesor. Será otro aragonés, el sacerdote ejeano Ángel Javier Pérez Pueyo, de 58 años, que ocupaba el cargo de rector del Pontificio Colegio Español de San José, en Roma, y que sonaba desde hace meses como principal candidato a ocupar esta sede.


Sobre él recae ahora la responsabilidad de gestionar y tratar de zanjar, por fin, el largo y complejo litigio con la diócesis de Lérida por los 112 bienes sacros de las parroquias del Aragón oriental que permanecen retenidos en la ciudad del Segre, pese a las reiteradas resoluciones vaticanas que ordenan la inmediata entrega a sus propietarios. Y a la espera de abordar el asunto en profundidad, ayer ya dejó bien claras sus intenciones: "Es necesario hacer lo imposible, con todos los elementos que están en juego, para recuperar los bienes".


En declaraciones a este periódico desde Roma, Pérez Pueyo afirmó que "como aragonés" ha sido "muy sensible" a este asunto, si bien admitió que aún no conoce todos los detalles: "En primer lugar tendré que informarme para conocer en profundidad cómo está la situación actualmente". "Estoy seguro –dijo– de que con diálogo podremos llegar a un entendimiento y a que se reconozca lo que es justo". Insistió en que "hay que procurar, por encima de todo, la convergencia, el diálogo y la comunión entre todos para la recuperación de los bienes". Quienes le conocen destacan que es "conciliador".

Con estas premisas trabajará una vez que se convierta oficialmente en obispo. La ordenación episcopal tendrá lugar el domingo 22 de febrero a las 17.00 en la catedral de Barbastro, aunque su intención es trasladarse a la capital del Somontano unas semanas antes. Hasta la toma de posesión, Milián, que renunció a su cargo el 5 de enero, continuará al frente de la diócesis como administrador apostólico, y pasará luego a ser obispo emérito. Acaba de cumplir una década como máximo responsable episcopal, puesto que el pasado día 19 se cumplieron diez años de su toma de posesión tras la marcha de Juan José Omella a Calahorra y La Calzada-Logroño.


El nuevo prelado estaba desde hace poco más de un año al frente del Pontificio Colegio Español de San José, dependiente de la Conferencia Episcopal Española y regido por la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos, a la que pertenece Pérez Pueyo. Será el segundo miembro de esta hermandad que rige la sede barbastrense, ya que entre 1960 y 1970 lo hizo Jaime Flores Martín, también tras dirigir el Pontificio Colegio Español. El Vaticano ha seguido ahora la misma línea, en un gesto que algunos interpretan como un reconocimiento a la labor de este colectivo.


Con el nombramiento ayer de Pérez Pueyo en sustitución de Milián se cierra el proceso de renovación de la jerarquía eclesiástica aragonesa, tras la designación hace apenas dos semanas de Vicente Jiménez como arzobispo de Zaragoza –tomó posesión el pasado domingo–, después del polémico cese de Manuel Ureña. De esta forma, no queda ninguna sede episcopal vacante en Aragón.


No obstante, para abrir una nueva etapa en el conflicto de los bienes habrá que esperar a que se cubra la plaza de Lérida, ya que el prelado Joan Piris también presentó en septiembre su renuncia al cumplir los 75 años. El perfil y la postura que adopte su sucesor, al igual que la del nuevo obispo barbastrense, serán determinantes en la evolución del conflicto.