Los illuecanos llevan cientos de claveles hasta San Babil para “adorar” a su patrón

La imagen del santo salió en procesión desde la iglesia hasta la ermita. Tras la misa, bailaron al ritmo del popular Somerondón.

Los claveles se reparten en las inmediaciones de la ermita y los vecinos los acercan al patrón
Los illuecanos llevan cientos de claveles hasta San Babil para “adorar” a su patrón
Macipe

Cientos de claveles de todos los colores sirvieron ayer a los vecinos de Illueca para "adorar" –como popularmente llaman en el municipio a la veneración al santo– a su patrón, San Babil. La imagen, que el viernes fue llevada a la iglesia de San Juan Bautista, salió ayer a primera hora de la tarde acompañada de la corporación municipal y de las majas de vuelta a su ubicación original, en la ermita que también lleva el nombre del patrón. El frío no restó afluencia a esta procesión, que culminó, como es tradicional, con el baile del Somerondón.


El alcalde de Illueca, Ignacio Herrero, explicaba ayer que la coincidencia del día grande de las fiestas con el sábado había hecho que la afluencia fuera mucho mayor que en otras ocasiones. "Uno a uno, los vecinos han pasado para besar las reliquias", comentaba el alcalde. Una ofrenda a la que, especialmente los más pequeños de la casa, acuden vestidos con el traje regional.


La tradición de estas fiestas y el hecho de que se celebren en enero responde, según explica Herrera, a que antiguamente este era el único mes que los artesanos apenas salían a comerciar debido a las adversidades meteorológicas.


Y, precisamente, en el frío también radica la tradición de caldear el ambiente al salir de misa a base de moscatel y cacahuetes, que miembros del Ayuntamiento reparten entre los asistentes. Luego, todos juntan sus manos para, en corro, bailar y cantar las populares coplillas del Somerondón.


El plato fuerte de la noche vino ayer de la mano de los grupos de emboladores que tenían previsto participar en el concurso y que iban a embolar cuatro toros. La música la pondría el grupo Camela, que animó al público con sus rumbas.


Aunque ya el sábado 17 se hizo la presentación de las majas, una tradición que se recuperó hace un par de años, fue el miércoles pasado cuando arrancaron oficialmente las fiestas de San Babil. Estas jóvenes son elegidas para representar al municipio tanto en las fiestas de San Juan como en las de San Crispín y ellas también fueron las encargadas de dar el pistoletazo de salida a las celebraciones, ya que se encargaron de leer el pregón.


Las fiestas concluirán hoy con un parque infantil para los más pequeños en el pabellón municipal y la última suelta de vaquillas en la plaza de España y el recorrido habitual. Una revista pondrá el toque de humor a la tarde antes de que llegue la despedida, con el estruendo de la traca y el conocido ‘Pobre de mí’.